Apareamiento del pez mosquito. / Stuart Hay, ANU

Apareamiento del pez mosquito. / Stuart Hay, ANU


Los biólogos siempre han pensado que un elevado deseo sexual en machos es una ventaja evolutiva. Sin embargo, para algunos animales tener una mayor predisposición para aparearse no siempre garantiza la descendencia.

Ahora, un equipo de científicos de la Universidad de Frankfurt ha estudiado los motivos por los que los machos de una misma especie tienen conductas sexuales diferentes. Para examinar este fenómeno, los expertos han empleado al pez mosquito, debido a que se su reproducción requiere de contacto físico.

Los resultados de la investigación, publicados en la revista Royal Society Open Science, revelan que las hembras experimentadas de este pez no muestran interés por los machos con un elevado ímpetu sexual, ya que no les dejan tiempo para alimentarse y tienden a herir sus genitales. Así, los pretendientes con un deseo sexual mesurado tienen más posibilidades de cortejarlas.

Las hembras experimentadas no muestran interés por los machos con un elevado ímpetu sexual, ya que no les dejan tiempo para alimentarse

Los expertos han observado que la situación cambia cuando un grupo de hembras se encuentra con un macho ‘desenfrenado’ dispuesto a aparearse. En este caso –debido a que la relación coste-beneficio es distinta– las hembras presentan una mayor predisposición para reproducirse.

La elección de pretendiente se basa en la experiencia

En el experimento, el equipo de investigación liderado por Carolin Sommerdejaba escoger a las hembras de pez mosquito entre diversos machos con diferentes conductas sexuales. Para evitar que los eligiesen basándose en su apariencia (morfología) u otras características relacionados con el comportamiento, los científicos les presentaban imágenes animadas por ordenador de peces mosquito macho.

Según los autores: “La selección de pretendientes –en relación al contexto social– explicaría cómo se han mantenido durante varias generaciones los diferentes comportamientos del pez mosquito macho”.

Otra de las conclusiones es que la selección de pretendientes se basa en la experiencia. “En pruebas adicionales con hembras vírgenes, estas estaban abiertas a relacionarse con todo tipo de machos”, concluye Sommer.

Referencia bibliográfica:

Carolin Sommer-Trembo, Martin Plath, Jakob Gismann, Claudia Helfrich, David Bierbach. “Context-dependent female mate choice maintains variation in male sexual activity”. Royal Society Open Science. (2017)

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