La juventud si tiene propuestas de cómo mejorar el mundo, de cómo mantener el medio ambiente. Por ejemplo, convertir “basura” sólida en objetos llamativos o diseñar espacios públicos para el disfrute social, con una visión sustentable.

En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, los jóvenes que asistieron al Paseo de los Lagos conocieron y se interesaron por algunas de estas propuestas a favor del medio ambiente, presentados en la Feria del Medio Ambiente, iniciativa del Consejo Consultivo de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable.

Para la juventud nada ayuda más al conocimiento que la práctica y nada ayuda más al desarrollo sustentable que conocer las tecnologías y proyectos existentes que pueden aplicar en su vida y que les ofrecen beneficios reales.

En este algunos jóvenes presentaron sus iniciativas de desarrollo sustentable, al igual que algunas compañías asentadas y comprometidas con el medio ambiente, que muestran lo que han desarrollado para un mundo mejor.

El Paseo de los Lagos ofrece un bello escenario para este evento, los chicos recorren los stands y reciben la información de los ponentes, entre ellos alumnos de la Facultad de Biología que desarrollan un proyecto de tratamiento de residuos, al que llaman RESU, que ha recuperado casi nueve toneladas de los mismos, tan solo en la Facultad para darles un uso diferente, como la creación de carteras, ceniceros, bolsas, aretes dulceros, entre otros objetos.

Los alumnos de la Facultad de Arquitectura ofrecen propuestas sobre diseños sustentables y ecológicos, como las ciclovías, los pasillos ecológicos y turísticos que permitan a los peatones disfrutar del paisaje y evitar su constante exposición a los vehículos.

Estos estudiantes hablan con gusto de sus proyectos, no sólo los prepararon para la feria, si no que son constantes, trabajan con sus compañeros y maestros, y sobre todo, despiertan el interés de otros chavos que pasan por el módulo, que no sabían sobre estas posibilidades.

Los asistentes a la Feria miran con interés las maquetas con diseños sustentables, preguntan que dónde están, que cuándo se hacen.

Otros se acercan con los alumnos de Biología, quieren comprar las carteras hechas con latas y los aretes de corcholata. Uno que otro felicita a los artesanos de este tipo de material reutilizado.

Un poco más adelante, lo jóvenes miran algunas celdas solares, el ponente habla de los servicios que ofrece, que posibilita utilizar la energía solar para calentar el agua de albercas, casas y así reducir el consumo de gas en 70%, accesible a todos los bolsillos. Las chavos le preguntan más, que si pueden instalarlo en su casa, que dónde están, que cuánto cuesta, se interesan por ser parte de un cambio a favor del entorno.

Más adelante, una mujer, habla sobre su empresa, que ante una crisis de manejo de residuos peligrosos, como pilas, aceite de cocina o medicamentos caducados; ofrece el servicio de recolección, van a las casas, se llevan lo poco o mucho que tengan y lo trasladan a un lugar de tratamiento o reciclaje.

Los chavos opinan que esto les da una idea de diferentes negocios que podrían emprender, les da ideas sobre las posibilidades a las que se enfrentan y sobre las decisiones que pueden tomar, la acción a favor de la sustentabilidad no es algo tan lejano.

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