Los científicos resuelven el misterio de la digestión de la lombriz de tierra

Lombrices de tierra. / Wikipedia


Las lombrices de tierra (Lumbricidae) son responsables de devolver el carbono de las plantas muertas al suelo y enriquecerlo. Arrastran las hojas caídas y otros materiales vegetales hacia abajo desde la superficie y se los comen. Lo hacen a pesar de los químicos tóxicos que producen las plantas para disuadir a los herbívoros.

Un equipo de científicos, dirigidos por Jake Bundy y Manuel Liebeke del Imperial College de Londres (Reino Unido), ha identificado las moléculas del intestino de las lombrices que contrarrestan estas defensas naturales de las planta y que les permiten la digestión: las drilodefensins. El trabajo, publicado en el último número de la revista Nature Communications, ha contado también con la participación de las universidades británicas de Oxford y Cardiff.

Un mundo sin drilodefensins sería muy diferente, según los autores del estudio. Bundy, del departamento de Cirugía y Cáncer explica: «Sin drilodefensins, las hojas caídas permanecerían en la superficie de la tierra durante un tiempo muy largo. Nuestro campo sería irreconocible, y todo el ciclo del carbono podría ser interrumpido».

Las plantas generan polifenoles, que actúan como antioxidantes y dan a las plantas su color; pero estos también inhiben la digestión de muchos herbívoros. Las lombrices de tierra, sin embargo, son capaces de digerir las hojas caídas y otros materiales vegetales, gracias a la capacidad de las moléculas drilodefensins para contrarrestar los polifenoles.

Bundy y su equipo hallaron que cuantos más polifenoles estén presentes en la dieta de lombrices de tierra, más drilodefensins producen en sus entrañas.

Moléculas abundantes

Estas moléculas son tan abundantes que Liebeke estima que por cada persona en el mundo hay al menos un kilogramo de drilodefensins presente dentro de las lombrices de tierra que pueblan los suelos del mundo.

El primer registro de lo que ahora se considera drilodefensin fue en 1988, cuando se presentó una patente para una molécula que se creía que servía para dilatar los vasos sanguíneos.

En la medicina tradicional china, esta molécula se ingiere en forma de productos de lombrices secas. Sin embargo, Bundy advierte que es casi seguro que el proceso de secado deje drilodefensins inactivo.

Referencia bibliográfica:

Liebeke et al 2015 «Unique metabolites protect earthworms against plant polyphenols», Nature Communications, doi: 10.1038/ncomms8869

(SINC)

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