En México la ampliación de la democracia electoral hacia el plano social se enfrenta al empeño de los partidos políticos por contener la participación ciudadana y mantener el control legislativo-gubernamental, a través de prácticas autoritarias y usos patrimoniales de la gestión pública, consideró el doctor Emanuel Rodríguez Domínguez, ganador del Concurso Nacional de Tesis sobre Estudios Electorales 2014, en la categoría de doctorado, certamen que auspicia la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales (SOMEE).

El egresado del doctorado en Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) explica en su tesis Desmovilización ciudadana y redes de control electoral: los procesos políticos de la ciudad de México en la era de la desconfianza, el surgimiento y consolidación de los mecanismos de contención participativo-electoral, vinculados a las estructuras partidarias que se disputan el control territorial de la ciudad de México.

Expone cómo se han reconfigurado viejos esquemas de control corporativo-clientelar mediante la implementación de políticas públicas que simulan fomentar la incidencia ciudadana en los asuntos de gobierno, pero en realidad refuerzan las redes de intermediación política, partidizan las estructuras formales de representación ciudadana y reconstruyen la participación corporativa de las organizaciones sociales, con el propósito de apalancar la influencia político-territorial de un grupo o facción particular en el ámbito local.

Con una propuesta teórico-metodológica innovadora, que se inscribe en el diálogo interdisciplinario actual de las ciencias sociales, Rodríguez Domínguez articuló el estudio cuantitativo de las tendencias electorales con el análisis antropológico de las redes político-territoriales.

Esta forma de abordar las dimensiones partidario-electoral y gubernamental, mediante lo que el autor denomina campos de reproducción de la dominación, es decir, la simulación de la participación ciudadana, la faccionalización del ejercicio de gobierno y la construcción de redes de respaldo electoral en la dinámica partidaria, es uno de los aportes más relevantes de la tesis.

La elaboración de una geografía electoral diacrónica (2000-2012) y un trabajo etnográfico realizado en la ciudad de México del año 2009 al 2012, muestran de manera original cómo se han consolidado diversos mecanismos de control participativo electoral y cómo esta situación deviene en una participación regresiva a la democracia acotada.

El antropólogo social observa que los esfuerzos gubernamentales en materia de desarrollo de la democracia, tanto en la ciudad de México como en el resto del país, se encuentran dirigidos a enmendar el diseño institucional democrático para otorgar mayor certidumbre y validez a los comicios electorales y no en ampliar la democracia política a otros ámbitos sociales.

Esta obstinación reformista –califica el académico– ha generado que las acciones para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, con el propósito de que éstos  desarrollen mayores habilidades democráticas y sean menos propensos  a establecer relaciones mediadas por lógicas autoritarias o jerárquicas no sean prioritarias en las iniciativas estatales que pretenden elevar la “calidad” de la democracia en nuestro país.

“De forma contradictoria, hoy en día la competencia partidaria en las urnas se ha consolidado como el medio para acceder al poder, pero la proliferación de mecanismos de contención participativo-electoral ha fomentado la desconfianza ciudadana tanto en la legitimidad del sufragio, como en el actuar de los gobiernos instaurados por la vía electoral”.

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