Los nuevos quagga o quagga de rau

Los nuevos quagga o quagga de rau


Las “Quagga de Rau” son cebras que perdieron parte de sus rayas a través de un proceso de cría selectiva y que cada vez se parecen más a los quagga una especie víctima de los cazadores que desapareció hace más de un siglo, cuyo último ejemplar falleció el 12 de agosto de 1883 en el zoológico de Amsterdam.

Hoy, los científicos han creado una especie similar en África del sur. La polémica oscila entre que crearon una subespecie de cebra, parecida al quagga, pero no se le da el crédito de haber revivido a una especie extinta, porque no existen elementos que permitan comparar a los nuevos ejemplares con los del quagga desaparecido.

En un valle Riebeeck, cerca de Robertson, a dos horas de Ciudad de El Cabo, los visitantes avistan un rebaño que pasta al pie de las montañas escarpadas de la provincia occidental de El Cabo, compuesto por una treintena de estas que ya son otro tipo de cebra, con pelo marrón claro en la parte posterior, donde no tienen rayas, rayas blanco y negro y hocico negro.

Son muy parecidas al quagga original.

Esta pequeña manada semi-rayada es el fruto del trabajo de un puñado de científicos que llevan más de 30 años en labor, desde antes de 1984, pues tan sólo el 4 de junio de ese año anunciaron que habían logrado secuenciar el ADN del quagga, lo cual también fue una noticia mundial, porque fue la primera vez que se hacía esto con un animal extinto.

La manada comenzó a conformarse en 1987 con nueve cebras procedentes de Etosha, elegidas entre 205 candidatas.

El 19 de diciembre de 1988 nace el primer ejemplar de esta cría selectiva, al cual llaman Joxi, en honor al miembro fundador el Dr. ‘Joxi’ JF Warning, quien murió pocos días después, el 24 de diciembre de 1988.

El primer potro con característas de quagga nació en 2005, y lo llamaron Henry,

Pero su reproducción no se dio por clonación, si no por la cruza selectiva de las cebras de los llanos, tomando las menos rayadas, para concentrar los genes “sin rayas”. En total hay cerca de 100 cebras en todo el proyecto, de los cuales seis individuos de la cuarta y quinta generación son considerados como verdaderos representantes del animal desaparecido. Pero aún estos animales se diferencian de las cebras porque no tienen rayas en la parte de atrás y su pelaje es más oscuro, lo cual sólo los hace diferentes de apariencia, más no de código genético.

El trabajo inicial de obtención de ADN y comparación con otros equinos, permitió corroborar que existía una gran similitud con la cebra.

El proyecto fue creado por Reinhold Rau, un especialista de la historia natural sudafricana, nacido en Alemania, quien analizó las muestras de piel de quagga del South African Museum, de Ciudad de El Cabo.

Eric Harley, profesor jubilado de bioquímica clínica, refirió que se busca “intentar reparar, a pequeña escala, un daño ecológico”, provocado por los cazadores, “y que también se pueda volver a ver este bello animal que vivía antes en Sudáfrica”.

El “Proyecto Quagga”, como se le denomina, ha tenido criticas, entre estas las de algunos expertos en biología que ven en el ensayo una operación de marketing y una interferencia inútil con la naturaleza.

“No hacemos ingeniería genética”, se defiende el profesor Harley. “No hacemos clones, ni transferencias sofisticadas de embriones… Se trata de un simple proyecto de reproducción selectiva. Si fuera una especie diferente, la idea no tendría ningún sentido y no podría justificarse”, precisa.

Por eso es que para apaciguar el debate, estos nuevos animales han sido llamados “quaggas de Rau”, para diferenciarlos de sus ancestros desaparecidos.

Los quagga de rau, como es su nueva denominación, cada vez están más cerca de su reintroducción al escenario de Sudáfrica.

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