Complementar la dieta con suplementos de vitamina D no refuerza el organismo sano frente al catarro, tal y como indica una investigación publicada en la revista JAMA, según la cual su administración en individuos con niveles adecuados de la sustancia no reduce sus probabilidades de resfriarse. Es decir, si usted no sufre déficit de vitamina D, tomarla en pastillas no le alejará del resfriado.

El estudio se realizó entre febrero de 2010 y noviembre de 2011 en Nueva Zelanda con la participación de 322 adultos sanos. La mitad de ellos recibió ciertas dosis mensuales de vitamina D, mientras que la otra mitad sirvió como grupo control y se le administró la misma cantidad de un placebo.

Después de 18 meses, se comprobó que no había diferencias estadísticamente significativas en el número de catarros por persona –3,7 en el grupo que tomó la vitamina frente a 3,8 en el grupo control–, en la duración de los síntomas –12 días de media­–, ni en la gravedad de los casos.

En palabras de los autores, el principal hallazgo es que “una dosis mensual de 100.000 Unidades Internacionales (UI) de vitamina D en adultos sanos no reduce la prevalencia o gravedad de las infecciones del tracto respiratorio superior”.

“Hay otros estudios sobre este tema, pero todos ellos tienen importantes debilidades, como un periodo de estudio demasiado corto, dosis muy bajas de vitamina D o pocos participantes. La prueba controlada aleatorizada que se ha utilizado en este caso es la idónea”, asegura a SINC David Murdoch, jefe del departamento de patología de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda), que ha participado en la investigación.

Uno de estos trabajos previos, publicado en 2009 en la revista Archives of Internal Medicine, analizó los niveles de vitamina D de 19.000 personas y mostró que aquellos individuos con deficiencia de este compuesto eran más propensos a sufrir un catarro. 

Quizá sí sea útil en caso de déficit vitamínico

Lo que el nuevo estudio indica es que un suplemento de la vitamina no parece reducir las probabilidades de resfriarse. El investigador aclara que las conclusiones solo pueden aplicarse en adultos sanos, y no en niños ni poblaciones con deficiencia de vitamina D. “La principal limitación de este trabajo es que teníamos pocos participantes con niveles bajos de vitamina D, así que queda abierta la cuestión de si estas personas podrían beneficiarse de una aportación vitamínica extra”, asegura el científico.

Por el momento sigue sin existir nada que asegure la prevención de este tipo de afecciones, tal y como explica Murdoch: “La única forma de eludir el resfriado es evitar completamente el contacto con las demás personas… Hay muchas afirmaciones acerca de los suplementos nutricionales, pero no hay pruebas que demuestren ninguna”.

Referencia bibliográfica:

David Murdoch et al. “Vitamin D supplementation does not reduce rate or severity of colds” JAMA. 2012;308[13]:1333-1339

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