"Mar de fondo", un evento que sí puede preverse: Jorge Savala


Centro de Ciencias de la Atmósfera de la institución desarrolló un sistema de pronóstico que advirtió con 4 días de anticipación la presencia del fenómeno que llamó la atención.

El fenómeno meteorológico denominado mar de fondo llama la atención de la población mexicana por propiciar el cierre de algunas playas turísticas importantes en el territorio nacional, con el antecedente de que habría cobrado la vida de alguna persona. Se trata de un evento que se presenta año con año y que bien puede advertirse con días de anticipación al consultar la herramienta que aloja el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El doctor Jorge Zavala Hidalgo, oceanógrafo del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM indica que mar de fondo es previsible, pero al no estar catalogado como un evento catastrófico no se le brinda la atención que requiere.
“Desarrollamos un sistema de pronóstico para el Servicio Meteorológico Nacional y advirtió con cuatro días de anticipación la presencia del evento que más llamó la atención; la herramienta, integrada en la UNAM, puede ser consultada en cualquier momento y cuenta con información muy importante, como modelos de pronóstico meteorológico, de oleaje, de marea de tormenta, entre otros”.

El doctor Zavala Hidalgo, físico de formación, explica que mar de fondo se llama a la energía en la superficie del océano que da pie a grandes olas, pero que —puntualiza— a unas decenas de metros hacia abajo no hay muestras de ella. “Se forma por efecto del viento originado en el hemisferios sur (donde ahora está por iniciar el invierno) sobre la superficie de agua, y que transporta energía al hemisferio norte; cabe destacar que aunque se originan en el sur y se trasladan al norte, los vientos pierden muy poca fuerza en su traslado, y que la diferencia con una onda de tsunami es que en éste la energía se traslada por toda la columna de agua”.

El especialista de la UNAM agrega que olas hay a lo largo de todo el año, pero las de gran tamaño en esta temporada se deben a la orientación de las costas del Pacífico mexicano. Ahora bien, el fenómeno también se presenta de cuando es invierno en el hemisferio norte y el viento se dirige al sur; sin embargo, las playas desde Chiapas hasta Nayarit están orientadas hacia el sur, de manera que el ángulo con que inciden las olas a la costa es con menor fuerza.

Por otra parte, aclara que el nombre de mar de fondo sugiere que es un evento que viene de las profundidades del océano, pero en realidad se origina lejos de la costa donde el mar es profundo (más de 100 metros), pero es un fenómeno en la superficie, donde las olas tienen una distancia muy grande entre cresta y cresta, de más de 10 metros.
Asimismo, señala que el sistema de pronóstico del Centro de Ciencias de la Atmósfera presenta información del oleaje para el Golfo de México, donde alcanza dimensiones considerables cuando se presenta el evento denominado norte en la región, el cual tiene que ver directamente con vientos muy intensos; “en el Pacífico tenemos influencia de oleaje local y remoto, mientras que en el Golfo sólo influye de la zona”.

Finalmente, el oceanógrafo de la UNAM hace hincapié en que mar de fondo no tiene ninguna influencia con el fenómeno “El Niño”, ya que éste se trata de modelo océano-atmósfera en el que se presenta una elevación de la temperatura promedio del agua de Pacífico ecuatorial con vientos más débiles pero que en la superficie se manifiesta con desplazamiento de masas de agua más caliente por medio de ondas de oeste a este, y que cambian la distribución de las zonas en las que se forman las nubes y los patrones de precipitación. “Esto incrementará el número de huracanes en este año”.

(Agencia ID)

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