Cicerón desenmascara a Catilina- Cesare Maccari, 1889, fragmento

Cicerón desenmascara a Catilina- Cesare Maccari, 1889, fragmento


Marco Tulio Cicerón escritor, político y orador romano nació en Arpino, entonces Imperio Romano, el 3 de enero del año 106 a.c. y es ejecutado el 7 de diciembre del año 43 de nuestra era.

Desarrolló una carrera política más que notable, fue conocido como orador y hombre de letras que escribió distintos diálogos sobre temas diversos. Es recordado como el más grande orador romano y el creador de lo que se conocería como la retórica ciceroniana, que pasó a ser el modelo retórico más importante en el mundo occidental durante varios siglos.

Nacido en el seno de una familia plebeya, pero adinerada, al haber desarrollado una industria ecuestre, se forjó rápidamente una brillante carrera en leyes y entró en el mundo de la política, en la facción conservadora y antipopular, marcada en ese entonces por el surgimiento de múltiples facciones y conspiraciones políticas violentas.

Con el propósito de continuar su formación y estudios, viajó a Grecia y Asia. En el 77 a.c. regresó a Roma y comenzó su brillante carrera política donde, en el 74 a.c., resultó elegido miembro del Senado.

Hizo una breve carrera militar y ejerció tres años como abogado defendiendo a ciudadanos privados.

Fue elegido cónsul en el año 63 a.c.

De sus discursos en el Senado romano, los más conocidos son los que pronunció contra Lucio Sergio Catilina, las “Catilinarias”, cuyo levantamiento logró frustrar.

Durante el periodo de gobierno de Julio César, Cicerón se declaró partidario de Pompeyo, y mantuvo su postura aún cuando el dictador Julio César lo visitó incluso en Tusculum, la finca donde se encontraba fuera de Roma para pedirle que regresará a la capital del Imperio como mediator, lo cual rechazó.

Cuando el magnicidio contra Julio César se dio, en los Idus de Marzo, en el año 44 a.c., fue excluido por los conspiradores, aún cuando era notoria su oposición al dictador, por su cautela.

Fallecido César, estalló una enorme crisis política en la que lideró a un Senado que propuso amnistiar a los conspiradores para disminuir la tensión hasta que Marco Antonio, cónsul y responsable del testamento del dictador, tomó de nuevo el poder.

En abril, cuando Cayo Octavio Turino, el heredero de César (quien más tarde se constituiría en emperador de Roma con el nombre de Cayo Julio César Augusto) retornó a Italia, Cicerón intentó sin éxito usarle contra Marco Antonio. Cinco meses después publicó 14 discursos en los que atacaba violentamente al cónsul, los cuales constituyeron sus Filípicas, una de sus piezas de oratoria mas memorables.

No obstante, la situación política no era la misma que en 63 a.c., y sus Filípicas no tendrían el mismo resultado que sus Catilinarias. El Senado, diezmado a causa de las luchas civiles y constituido por numerosos antonianos, rechazó declarar enemigo público al cónsul.

Un año después Octavio y Antonio se reconciliaron en Módena y constituyeron un nuevo triunvirato -que recibió plenos poderes- con Marco Emilio Lépido.

Los triunviros acordaron eliminar a sus respectivos enemigos y Octavio abandonó a su aliado y permitió que Antonio proscribiera a Cicerón. El 7 de diciembre de 43 a. C. el cónsul ordenó su asesinato, así como que su cabeza y sus manos se expusieran en los rostra del Foro, tal como había sido la costumbre en tiempos de Sila y Mario, aunque él fue el único de los proscritos en recibir tal destino. Cicerón no opuso resistencia a su ejecución, y, ofreciendo la cabeza, se limitó a pedir que se le matara con corrección. También serían eliminados su hermano, Quinto, y su sobrino; sólo sobrevivió su hijo Marco Tulio.

Buena parte de su obra que se ha conservado incluye 58 discursos forenses y más de 900 cartas, así como varios poemas, tratados filosóficos y políticos y libros sobre retórica (“De oratore”) (55). Escribió tratados: “De officis” (44); y “De finibus”,(45) que integraron la filosofía griega a la literatura latina; se conserva también gran parte de su correspondencia; (“Cartas a Ático”).

El esclavo Marco Tulio Tirón y posterior liberto de Cicerón, utiliza por primera vez, hacia el 63 a. c., un sistema de escritura abreviada y lo aplica para recopilar las célebres diatribas de Cicerón en el Senado Romano contra el patricio romano populista Lucio Sergio Catilina.

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