Investigadores de la Universidad Veracruzana (UV) declararon que esta casa de estudios apuesta por la generación de energías renovables para mejorar la calidad de vida, por lo que lleva a cabo investigaciones y contribuye a la formación de capital humano en sus diferentes programas educativos.

Lo anterior tuvo lugar en el panel “Progresos científicos y tecnológicos referidos a las energías renovables y a la protección del medio ambiente” del III Seminario Internacional China y América Latina: cooperación y sustentabilidad, realizado en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de la Información (USBI) los días 27 y 28 de mayo.

Asimismo, se pronunciaron a favor de estrechar lazos académicos con los directivos de los Institutos de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China (CICIR).

El líder del proyecto sobre las riquezas marítimas de la UV, Virgilio Arenas Fuentes, junto con el coordinador Jorge Alberto Andaverde Arredondo y los investigadores Darío Colorado Garrido y Quetzalcóatl Hernández Escobedo, del Centro de Investigación en Recursos Energéticos y Sustentables (CIRES), mostraron las investigaciones y avances en materia ambiental, así como las áreas de oportunidad para que en México se impulse el desarrollo de energías renovables.

Jorge Andaverde habló de la situación estratégica y las investigaciones realizadas en el CIRES y subrayó que “la UV está apostando por el futuro con las energías renovables y la formación del capital humano”.

Informó que en la actualidad se realiza una investigación sobre el aprovechamiento del lirio acuático, un análisis sobre el potencial del estado de Veracruz para producir energía eólica, así como en la generación de energía geotérmica en la costa veracruzana y la obtención del recurso solar.

Por su parte, Darío Colorado se enfocó en la relevancia de la producción de artículos científicos que divulguen las investigaciones realizadas, la falta de promoción para que los proyectos cuenten con una patente, las ofertas académicas de posgrado acordes a las demandas sociales y el perfil deseado que debe tener la plantilla docente que prepara al capital humano.

Comentó que tanto China como México, desde su academia, deben velar por estos intereses para que repercuta de manera positiva en el desarrollo de los países.

Quetzalcóatl Hernández hizo una reflexión sobre las similitudes y diferencias entre México y China, dos naciones preocupadas por el desarrollo y el crecimiento, al igual que el cambio climático. También destacó que los ejes que motivan a un país a implementar o aprovechar las energías renovables son el económico, el sistema político, la apertura legislativa para la concepción de energías renovables que se ha dado con la preocupación por el cambio climático y el factor cultural.
En México la legislación exige que para 2024 el 35 por ciento del suministro de electricidad provenga de fuentes renovables, cuando actualmente es 20 por ciento. “Aquí es donde podemos contribuir a que China y México trabajen juntos”, afirmó el investigador.

También expuso las ventajas de la zona de La Ventosa en Oaxaca que cuenta con cinco centrales suficientes para producir energía eólica; las áreas privilegiadas de Cerro Prieto en Baja California, los Azufres en Michoacán, los Humeros en Puebla y Tres Vírgenes en Baja California Sur, donde se puede generar la energía geotérmica.

Planteó que México tiene el doble de horas de luz solar y eso facilitaría el desarrollo de la energía solar, también se tienen otras fuentes de energía como la mini-hidroeléctrica, la biomasa y el biogás. Ejemplificó que el ingenio azucarero de Córdoba genera energía eléctrica utilizando el bagazo de la caña, volviéndolo autosuficiente.

En tanto, Virgilio Arenas participó con el tema “Pasado, presente y futuro del mar”; subrayó el olvido del mar y sus beneficios, haciendo a un lado el desarrollo de la cultura marítima. Mencionó que el tema concierne tanto a México como a China y se pronunció a favor de  abrir la oportunidad para incorporar el tema de la cultura del mar a las relaciones México-China.

También habló de replantear los recursos pesqueros y “revisar cómo estamos pescando a nivel mundial para replantear el futuro, porque los efectos sinérgicos de la pesca excesiva son muy violentos”; planteó el diseño de estrategias que recuperen las biomasas de los ecosistemas marinos y de la planeación de procesos económicos más importantes que deriven en recursos alimenticios de mayor calidad.

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