Mujer neandertal enseñando a los niños a tallar- J. A. Peñas, SINC

Mujer neandertal enseñando a los niños a tallar- J. A. Peñas, SINC


Laura Chaparro, SINC

Dar clases se convirtió en un auténtico desafío para la paleoantropóloga coreana Sang-Hee Lee. Acostumbrada a investigar, no conseguía disfrutar ni captar la atención de los estudiantes cuando les explicaba los conceptos del temario.

En ese momento, el periodista científico Shin-Young Yoon se cruzó en su camino y le propuso que escribiera una columna sobre evolución humana en Gwa Hak Dong A, una revista coreana de divulgación científica. Estos artículos, escritos con humor y accesibles para todo tipo de público, le hicieron cambiar la forma de dar clase y desde entonces, sus charlas están llenas de relatos para despertar la curiosidad de los alumnos.

Los 22 relatos se inspiran en las preguntas de sus propios estudiantes

El libro ¡No seas neandertal! Y otras historias sobre la evolución humana (2018) reúne 22 relatos inspirados por las preguntas de los propios estudiantes. La traducción en castellano se publicó solo unos meses después de su edición en inglés.

“Siéntase libre el lector de empezar desde el principio y leer todos los capítulos en orden o de empezar en cualquier capítulo y leer después de manera aleatoria”, propone la paleoantropóloga, al más puro estilo de Rayuela.

Carroña y cerebro

La evolución de la alimentación es uno de los temas más comentados por Sang-Hee. Resulta llamativo el dato de que empezamos a comer carne hace 2,3 millones de años, con el inicio del género Homo.

Al contrario de lo que pudiéramos pensar, no la conseguíamos cazando sino imitando a los carroñeros y comiéndonos lo que quedaba de los cadáveres que dejaban los grandes predadores, los buitres y las hienas. ¿Y qué quedaba? Los huesos.

Esta parte del cuerpo es rica en nutrientes porque encierra la grasa de la médula. Para poder masticarla, nuestros ancestros tuvieron que desarrollar herramientas con las que romper el armazón óseo, lo que se conoce como utensilios líticos. “La ingesta de alimentos de un elevado contenido calórico condujo a un aumento de la capacidad craneal”, recuerda la científica.

“Siéntase libre el lector de empezar desde el principio y leer todos los capítulos en orden o de empezar en cualquier capítulo y leer después de manera aleatoria”

Siguiendo por nuestros orígenes, llegamos a los neandertales que, lejos del estereotipo arcaico de que eran rudos, la investigadora apunta a que exhibieron las primeras señales de altruismo hacia los enfermos con su comunidad, como revelan los fósiles.

Desmintiendo bulos

La edición de los capítulos por parte del periodista Shin-Young le da un ritmo rápido a este paseo evolutivo, que también se detiene en las relaciones sexuales. Los humanos tenemos sexo de forma continuada con independencia de los ciclos de fertilidad lo que, de alguna forma, potenció la monogamia y nos diferenció de otras especies animales.

El libro muestra las ventajas pero también los inconvenientes de la evolución, como por ejemplo, que un cerebro grande provoca partos dolorosos y que tengan que realizarse con ayuda, al contrario de lo que ocurre con el resto de hembras del reino animal.

El libro muestra las ventajas y los inconvenientes de la evolución, como que un cerebro grande provoca partos dolorosos

También refleja los problemas del bipedismo, que acarrea dolores de espalda y un corazón sobrecargado de trabajo al tener que enviar un gran volumen de sangre a la parte alta del cuerpo, contra la gravedad.

La científica aprovecha para desmentir algunos bulos que todavía se siguen escuchando, como que solo usamos el 10% del cerebro o que existen varias razas humanas. Además, recuerda que la idea del eslabón perdido es poco adecuada, puesto que los cambios de nuestros antepasados no ocurrieron de forma gradual ni regular.

En este viaje por el tiempo, Sang-Hee se muestra especialmente crítica con el papel del ser humano, responsable de la desaparición de multitud de especies y culpable de la pobreza que sigue vigente a día de hoy. “Nos hemos convertido en el ser vivo más fuerte y más peligroso de este mundo”, advierte. De nosotros depende que este viaje continúe o llegue a su fin.

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