Cuando uno se construye una casa no sabe nunca cuándo la verá terminada ni cuánto le acabará costando. La empresa Noem da una solución a estas incertidumbres: una vivienda ecológica modular y transportable, de entrega casi inmediata, y que, sobre todo, garantiza que no habrá sorpresas en la factura final.

La idea de Noem partió de una pareja de emprendedores catalanes, la economista Laura Vilarasau y el ingeniero aeronáutico Pol Guiu, que echaban de menos en el mercado un sistema constructivo que permitiera el acceso rápido y «sin sustos de última hora» a una vivienda sostenible y personalizada, que pudiera crecer de tamaño o incluso desmontarse, según las necesidades de sus habitantes.

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