Activismo social- Xinhua/Pedro Mera (archivo)

Activismo social- Xinhua/Pedro Mera (archivo)


Los multimedios se perfilan como arena de la lucha social y política, y un espacio en donde se expresan acciones de denuncia y se produce y transmite información que escapan al control monopólico de los grandes medios de comunicación; así se expresó Mariano Báez Landa durante el primer ciclo de conferencias del Espacio de Convergencia Académica que se inauguró en la biblioteca Gonzalo Aguirre Beltrán del CIESAS Golfo.

 

En ese sentido, el investigador del CIESAS puso como ejemplo el movimiento #Yo soy 132, surgido en 2012, que a través de plataformas alternativas de comunicación reclamó democratización de los medios y una apertura a la voz e imágenes de los sectores segregados por la política de grupos dominantes, y llegó a poner en jaque a los monopolios de la comunicación en México por varios meses.

 

En su conferencia “Antropología Visual y Comunicación Intercultural», el Doctor en Ciencias Sociales expuso que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han impactado fuertemente a la estructura de las relaciones y movimientos sociales, la cultura y las relaciones interétnicas e interculturales.

 

Ahora, acotó, es preciso generar estrategias de conectividad que expandan las capacidades de actuación de individuos y comunidades hoy marginales, para conseguir su reconocimiento y garantizar respeto y convivencia; y así contribuir a una real integración social sin menoscabo de la diversidad cultural.

 

Finalmente, Báez Landa presentó algunos de los trabajos del Taller Miradas Antropológicas, con sede en la unidad regional Golfo del CIESAS, que desde 2001 trabaja en la producción de materiales audiovisuales dirigidos al reconocimiento de la diversidad sociocultural del estado de Veracruz.

 

En este primer ciclo de conferencias participó también René Cabrera Palomec, quien dictó la conferencia “El texto y la imagen. Experiencias de un etnólogo-lector”, en la que habló sobre Fray Diego Durán, cronista e historiador del siglo XVI, quien en su Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, relató el trayecto de los mexicas desde su mítica partida de una tierra nebulosa hasta su llegada al punto en el que erigirían Tenochtitlan.

 

El etnólogo recalcó el uso de las ilustraciones en el libro de Diego Durán, las cuales son una clara muestra de la hibridación entre la imaginería precolombina y el arte europeo de la época; e hizo hincapié en la imagen que acompaña el capítulo tercero, que muestra a tres personajes con elementos iconográficos tanto masculinos, arco y flechas, como femeninos, flores en el pelo y cestos.

La explicación que de esta imagen para el catedrático de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana Cabrera, es una representación de una inversión sexual propia de procesos de migración; situación que no se muestra de manera explícita en las crónicas del frayle dominico.

“No me es posible agregar más. La historiografía de las formas alternativas de sexualidad parece necesitar lectores desapasionados para enfrentarse a la violencia de los misioneros, de los cronistas; para enfrentar sin anacronismos el punto de vista diferente, alternativo”, puntualizó Cabrera Palomec.

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