Revistas de divulgación científica

Revistas de divulgación científica


Eduardo Vázquez Reyes

Hace unas semanas, en una entrevista para un programa de radio trasmitido por la Máxima Casa de Estudios de Veracruz -la Universidad Veracruzana-, donde tuve el gusto de presentar la revista La Ciencia y el Hombre, comenté un par de cosas en torno a la actividad de Divulgación de la Ciencia efectuada en el estado. En aquella amena charla sostuve-y lo sigo haciendo-que si bien es cierto que actualmente en la Universidad Veracruzana (UV) existen trabajos e iniciativas para promover la apropiación social de la Ciencia, también es un hecho y casi “una verdad de perogrullo” que en relación con el llamado Periodismo de Ciencia es poco el material que tenemos al respecto.

 

Para mí, y para muchos otros, hay una clara distinción entre estos dos campos. No podemos equiparar la divulgación con el periodismo, pero sí los podemos pensar como actividades totalmente complementarias, a la par de otras disciplinas como la Filosofía de la Ciencia y la Sociología de la Ciencia.

 

Como muchos saben, existen revistas nacionales y estatales que se han encargado, ya desde hace algunas décadas, de promover las diferentes manifestaciones científicas perfiladas a la comunicación. El avance es ampliamente significativo, por lo que hoy día el campo de la Divulgación tiene muchos logros. Entonces, ¿cuál es el problema? Sostengo que tenemos en el estado poco trabajo científico desde el periodismo.

 

Para tener las cosas más claras, debemos distinguir entre divulgación y periodismo, conceptos enfocados, claro está, al campo de la ciencia, líneas complementarias, pero con intenciones distintas. Desde mi punto de vista, el primer término se refiere a la actividad de acercar las investigaciones especializadas y resultados de las ciencias exactas, experimentales y sociales a un público más amplio, con la finalidad de que tales aportes no se reduzcan al gremio académico o institucional.

 

Las características que debe cumplir la divulgación son las siguientes: claridad, sencillez y novedad. Por otra parte, cuando decimos Periodismo de Ciencia debemos entender el trabajo de investigación mediática, con el fin de aportar tesis, noticias y reportes sobre acontecimientos científicos de relevancia actual. De ser posible, diría yo, en este apartado es necesario detallar si las novedades científicas tienen implicaciones políticas, sociales y hasta institucionales.

 

El periodista de ciencia tiene, desde tal perspectiva, la compleja labor de analizar datos, compararlos, revisar su bagaje investigativo y realizar inferencias para proponer interpretaciones o hipótesis sobre un determinado tema. Con esto lo que quiero decir es que hacer periodismo de ciencia no se reduce a copiar y pegar boletines internacionales o nacionales en la sección “dedicada” a Ciencia y Tecnología. Falta mucho por hacer en este campo, a diferencia de la vertiente Divulgación.

 

El periodista de ciencia puede tener lugar no sólo en la nota informativa, sino también en la columna, el artículo de opinión, el artículo de fondo, el reportaje, la entrevista y hasta la crónica. Pero ante todo, su actividad no debe estar peleada con la investigación precisa, por lo menos ese es el ideal que se tendría que tomar en consideración.

 

Soy de la firme creencia según la cual en la UV, en estos momentos, se está haciendo ciencia, y no me refiero a la ciencia dura solamente: lo social y humanístico está en aumento. En los diferentes campos existen aportaciones que lamentablemente no son promovidas ni difundidas por gran parte de los medios de comunicación y que, me temo, se ven encaminadas a la sombra institucional.

 

Este tema no concluye aquí. Debemos ver de cerca la promoción científica que en la UV y en otros institutos del estado se tienen en mente y, a la vez, la intervención que los medios tengan a bien realizar.

 

Los comentarios están cerrados.