“Estoy agradecido con el ayuntamiento de Taxco y con el INBA por haberme otorgado el premio Juan Ruiz de Alarcón, pero el recibirlo no cambia mi vida. Mis premios más importantes son vivir del teatro y pertenecer a la Universidad Veracruzana (UV) y a su Compañía Titular de Teatro (Orteuv)”, aseguró Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio –Legom–, dramaturgo residente de la Orteuv y una de las figuras más importantes de la dramaturgia nacional contemporánea.
         El 19 de mayo pasado, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) dio a conocer que Legom es el ganador de la edición 2014 del premio de dramaturgia Juan Ruiz de Alarcón –el más importante de su tipo en el país, detallando que el jurado tomó esa decisión porque “cuenta con un corpus de obra sólido, que retrata a la sociedad mexicana en su contrastante diversidad, a través de una provocadora mirada crítica; su obra propositiva y renovadora es admirada a nivel nacional e internacional y ha tenido gran influencia en las jóvenes generaciones de dramaturgos”.
         “La UV ha sido muy generosa conmigo, la universidad y la Orteuv me han dado algo que nunca tuve: una familia. Desde hace 15 años me dedico a escribir y desde hace ocho lo hago de manera estable gracias a la UV. Vivo bien, no tengo grandes lujos pero tampoco tengo mayores necesidades, y me puedo dedicar a escribir y a leer. Ya hago lo que me gusta en la vida y soy feliz”, explicó.
 
         El escritor y dramaturgo sostuvo que desde niño siempre quiso ser escritor y “todavía antes de los 30 años me parecía una idea absurda e irrealizable, pensaba que tendría que hacer otra cosa para sobrevivir y escribir en los ratos libres, pero terminé no sólo viviendo de la literatura sino de escribir lo que yo quiero. Hay gente que vive de la literatura pero tiene que escribir lo que alguien le dice, yo no le respondo a nadie, ni la Universidad ni la Compañía me limitan. Nadie me dice qué y cómo tengo que escribir”.
         Sostuvo además que recibir el premio no lo hará escribir ni más ni menos. “Sigo haciendo lo mío, el premio no me cambia la vida para nada. La única diferencia es que me acabo de comprar por internet un juego de herramientas que no sé para qué voy a usar, todo lo demás sigue igual”.
         Legom explicó que uno de los proyectos que emprenderá pronto es la revisión de su extensa obra –alrededor de 60 obras teatrales. “Es lo único que he hecho en la vida, lo único que dejo de patrimonio son palabras, muchas de las que ahora reniego o de las cuales me burlo. ¿Cuánto valen en términos estéticos o en términos económicos? No lo sé, pero es lo único que dejo y quiero dejarlo ordenado y seguir”.
         Sobre dedicarse a las artes, Legom sostuvo que las mamás se enojan cuando sus hijos toman esa decisión. “No entiendo por qué. Las artes son muy generosas, siempre te regresan mucho más de lo que tú les das. Tengo muchos amigos artistas y a todos ellos les va mejor en todos los aspectos de la vida –a veces hasta en lo económico, que no es lo más importante que a sus hermanos que son abogados o ingenieros”.
         Sobre los proyectos que lo ocupan actualmente, Legom dijo que trabaja en la segunda parte de la trilogía De cómo este animal salió de las cavernas, trepó hasta las estrellas y luego se extinguió –de la que El origen de las especies es la primera parte, que se presentará en noviembre, y una obra sobre los estridentistas que se establecieron en Xalapa y que proyectaron lo que hoy es la UV, proyecto este último que forma parte de los festejos del 70 aniversario de la universidad.

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