La proteína CD38 ha mostrado tener impacto en la memoria y en el aprendizaje, pero aún así ha sido poco estudiada, apuntaron Adriana Domínguez Rivas y Marilú Domínguez Pantoja, alumnas de la Maestría en Ciencias de la Salud de la Universidad Veracruzana (UV), quienes investigan este aspecto de la misma

         Las universitarias tuvieron una destacada participación en el Congreso Nacional de Inmunología, efectuado en mayo en Querétaro, en donde presentaron, en las modalidades Oral y Cartel, los avances de sus trabajos.

         Domínguez Rivas, de profesión química farmacéutica bióloga, consideró que al ser aún poco explorado el tema de su línea de investigación, y por los resultados obtenidos, se puede considerar como un parteaguas el CD38 en la memoria y en el aprendizaje.

         Explicó que esta proteína está presente en la membrana, linfocitos, células del sistema inmune y hematopoyéticas, pero en el cerebro ha sido poco estudiada. Los primeros trabajos se remontan a 2008, en donde el CD38 tiene una participación importante para la liberación de oxitocina en el cerebro.

         En esa época se comenzó a estudiar la participación de la molécula, sus funciones y su localización, y se estableció que está ubicada en diversas regiones del cerebro.

Pero en el hipocampo, lugar en donde se centra la investigación de Domínguez Rivas, no existe una descripción de observación de CD38. Únicamente se documentó su actividad enzimática, pero sin demostrar su presencia.

         Apuntó que para iniciar su trabajo de investigación –hace dos años–, el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) le proporcionó una pareja de ratones que fueron llevados al laboratorio de neurocitología para ser sometidos al Laberinto Acuático de Morris, test que es utilizado para medir el aprendizaje y la memoria espacial.

         En estos estudios detectaron que si el CD38 no está presente en los ratones su aprendizaje es más lento y se nota una falla en la memoria espacial, es decir, el ratón pierde ubicación del lugar en donde se encuentra.

         Con este trabajo Adriana Domínguez concluye su Maestría, “pero las miras del grupo es continuar trabajando en este modelo, ya que encontramos que CD38 es importante en el aprendizaje y la memoria en edades cortas, pero también lo encontramos con falla mucho más marcada a los 14 meses de edad –de los ratones–, que equivaldría a las condiciones de los adultos mayores”.

 

CD38 favorece un fenotipo autoinmune

Marilú Domínguez Pantoja, egresada de la Facultad de Bioanálisis de la UV, con su trabajo “La deficiencia de CD38 favorece un fenotipo autoinmune en un modelo murino de edad avanzada”, estudia los mecanismos moleculares por los cuales se puede generar una enfermedad autoinmune.

         Para ello trabaja en ratones que tienen de cuatro a 18 meses de edad, que son deficientes de la molécula CD38.

         “Sabemos que una enfermedad autoinmune se presenta principalmente en edades maduras o avanzadas, por eso decidimos dejar a nuestros ratones durante todo el periodo de su vida –dos años aproximadamente–, lapso en el que analizamos el momento en que se desarrolla la autoinmunidad.”

         Indicó que para su estudio se basó en los antecedentes que describen que la deficiencia de esta molécula en modelos de lupus, de diabetes autoinmune o artritis reumatoide, acelera la aparición de un trastorno autoinmune, “pero nos preguntamos ¿qué pasa en un ratón que no es propenso a desarrollar la enfermedad?, eso nos llevó a la investigación”.

         Señaló: “Como sabemos, las enfermedades autoinmunes no tienen cura, lo que se hace actualmente es tratar de controlar la respuesta inmune pero no se elimina el padecimiento, y el paciente puede tener una estabilidad. Por ello lo que pretendemos es ir a los mecanismos moleculares, es decir, en qué momento nuestro organismo, el sistema inmune está comenzando o volviéndose autorreactivo contra mí, y queremos saber también en qué momento la célula se volvió dañina, en qué momento se volvió autorreactiva,  y conociendo esto se pueda dar el tratamiento que destruya esa célula nada más, sin dañar lo demás que esté bien”.

         De la participación de ambas estudiantes de la maestría en el congreso, dijo que lo importante fue que “los congresistas, representantes de prestigiosas instituciones, reconocieron que en la UV también se hace trabajo de calidad que impacta en el mundo de la ciencia”.

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