Una operación de ingeniería sin precedentes inició éste 16 de septiembre para enderezar el buque Costa Concordia, el gigantesco crucero que el 13 de enero de 2012 naufragó y encalló frente a las costas de la turística isla del Giglio (Italia), causando la muerte de 32 personas.

Los trabajos costarán a la naviera Costa Cruceros, 600 millones de euros, y serán realizados por la sociedad estadounidense Titan Salvage y la italiana Micoperi, utilizando a cerca de 500 personas para devolver el barco a la posición vertical.

La operación de parbuckling, el término técnico con el que se conoce el sistema con el que se procederá a la rotación de 65 grados para que el barco vuelva a estar en posición vertical, comenzará con algunas horas de retraso respecto a la prevista (04.00 GMT) debido a un fuerte temporal que se produjo durante la noche.

La expectación por el operativo atrajo a más de 500 periodistas procedentes de todo el mundo, para seguir en directo como la mole de 44,600 toneladas de peso, 290 metros de longitud y cerca 70 metros de altura volverá a ser reflotada.

Una vez levantado, se planea estabilizar el barco, ponerlo a flote de nuevo y arrastrarlo a un astillero, para convertirlo en chatarra. Treinta y dos personas murieron cuando el crucero colisionó con unas rocas en la Isla de Giglio,

En esta primera fase varios equipos de levante tensarán por una parte los cables de acero unidos a la parte superior de los cajones y de las plataformas instalados, mientras que otros cables, conectados a las 13 torretas construidas a estribor, se utilizarán para dar equilibro al barco.

Uno de los responsables del proyecto, Sergio Girotto, informó de que todo está funcionando perfectamente, que se comenzó a tirar con una fuerza de 700 toneladas y que se prevé que la operación dure cerca de 12 horas.

Cuando el crucero se encuentre ya en posición vertical se pasará a la fase siguiente con la instalación de 15 nuevos flotadores-estabilizadores, iguales a los ya instalados en la parte izquierda del casco, y que gracias a un sistema neumático, que vaciará el agua de forma gradual de su interior, dará el empuje suficiente para reflotar el barco.

El Concordia chocó contra un arrecife cerca de la costa de la isla Giglio la noche del 13 de enero de 2012 poruna mala maniobra, y se inundó por un corte de 70 metros (230 pies) en el casco de la nave. Murieron 32 de los 4,200 pasajeros y tripulantes. Los cadáveres de dos de ellos nunca fueron hallados y se supone que podrían estar debajo de los restos del naufragio.

Desde que el Concordia encalló atrajó a un gran número de turistas, muchos de los cuales han nadado en las cristalinas aguas más allá de la bahía para acercarse a los escombros del fondo y arrancar un recuerdo de la terrible noche en que miles de personas trataron de ganar la costa por todos los medios, al igual que lo han hecho muchos de los lugareños. De hecho durante todo el año la isla, dedicada a la pesca, ha tenido un flujo de visitantes como nunca lo había experimentado

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