Se realizan las primeras pruebas del radar: 24 de marzo de 1934


El nombre Radar viene de «Radio Detection and Ranging», es decir radio detección y rango.  La detección de objetos metálicos por medio de ondas de radio data de muchos años antes de la Primera Guerra Mundial.   El principio en que se basa esa tecnología es que toda onda de radio u onda electromagnética, al alcanzar un objeto metálico causa tres fenómenos físicos: Se genera una corriente en el objeto; Se refracta parte de la onda; Se refleja parte de la onda

En Alemania, fue la Reichmarine quien mostró interés en el desarrollo del dispositivo medidor de distancias, porque sus técnicas militares estaban basadas en las empleadas en la Primera Guerra Mundial. No obstante, afrontaron el problema desde una óptica diferente.

El Nachrichten-Versuchsabteilung (NVA: Departamento de Pruebas de Comunicaciones) en Kiel, estuvo trabajando con una onda sonora capaz de detectar objetos sumergidos midiendo el tiempo que le tomaba, al eco del sonido, regresar a su lugar de origen. Ese fue el precursor del sonar.

El Dr. Rudolf Kühnhold, director del departamento, decidió usar el mismo principio básico, pero con ondas de radio en la superficie, empleando ondas electromagnéticas con una longitud de onda de 13.5 cm que eran reflejadas por objetos a distancia y cuyos ecos eran recibidos en una antena parabólica. No obstante, debido a las limitaciones técnicas de la época, que sólo permitían disponer de una potencia radioeléctrica de apenas 100 milésimas de vatio, se frustró la experiencia, porque la infinitesimal cantidad de energía reflejada, que en aquella época era imposible de amplificar a niveles utilizables, era poco aprovechable.

En esos momentos, la fábrica Philips Eindhoven produjo un magnetrón (dispositivo que genera impulsos de radio de alta frecuencia) capaz de generar 50 Vatios de energía de radio. Los científicos alemanes compraron varios magnetrones, pero observaron que el sistema de transmisión era inestable, en consecuencia, decidieron consultar a Telefunken, pero la empresa no mostró interés en el proyecto. En vista de la situación, en 1934, el Dr. Kühnhold fundó la compañía Gesellschaft für Elektroakustische und Mechanische Apparate (GEMA) con un aporte de 70 mil marcos del gobierno alemán. Ellos lograron fabricar un magnetrón de suficiente potencia en 630 Mc/s (en esa época megaciclos/segundo, ahora Megahertz) con el que fabricaron un Funkmess (nombre que le dieron los alemanes al radar) que fue probado en Kiel usando el acorazado Hessen como blanco que fue detectado a 600 metros de distancia y el buque experimental Crille a 2 km de distancia.

La prueba del Funkmess se llevó a cabo el día 24 de marzo de 1934 en Kiel.

A los alemanes lo único que les preocupaba era determinar la distancia del blanco una vez que fuera detectado por medios visuales. Curiosamente también, ni la Luftwaffe ni el arma submarina fueron informados y al ejército simplemente no le interesaba.  Medio año después el Crille era detectado a 12 km de distancia. Por casualidad pasó un avión W34 por la zona de pruebas y fue detectado en la pantalla del radar, lo que causó gran revuelo.

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