La sonda lunar Chang»e-3 de China, con el primer vehículo lunar del país a bordo, alunizó exitosamente esta noche, la primera vez que China envía una nave espacial para un aterrizaje suave sobre la superficie de un cuerpo extraterrestre.

     La sonda lunar empezó a llevar a cabo el alunizaje suave a las 21:00 horas del sábado y descendió en Sinus Iridum o Bahía de los Arco Iris, unos 12 minutos después, dijo el Centro de Control Aeroespacial de Beijing.

     Durante el proceso, la sonda se desaceleró a 15 kilómetros de la luna, sobrevoló a 100 metros de la superficie lunar para usar los sensores con el fin de evaluar el área de alunizaje para evitar obstáculos y localizar el sitio final de descenso, lo que hizo lentamente sobre la superficie.

     El éxito convierte a China en el tercer país, después de Estados Unidos y de la ex Unión Soviética, en alunizar suavemente.

     En comparación con los otros dos países, que han realizado exitosamente 13 alunizajes suaves sobre la luna, la misión de China diseñó las etapas de suspensión y de elusión de obstáculos para estudiar el área de alunizaje con mucha mayor precisión a través de la colocación de sensores, dijeron los científicos.

      El alunizaje suave de la sonda fue la tarea más difícil de la misión, dijo Wu Weiren,diseñador en jefe del programa lunar.

     La Chang»e-3 se basó en el autocontrol para las mediciones de descenso, alcance y velocidad, encontrando el punto de descenso apropiado y de caída libre.

     La sonda está equipada con amortiguadores de choque en sus cuatro «piernas» para suavizar el impacto del alunizaje, lo que convirtió a la Chang»e-3 en la primera nave espacial china con «piernas».

     La Chang»e-3 adoptó un motor de propulsión variable diseñado y fabricado completamente por científicos chinos. Puede lograr una variación continua de poder de propulsión que va de 1.500 a 7.500 newtons, dijo Wu Weiren.

     El alunizaje fue llevado a cabo 12 días después de que la sonda despegara de un cohete portador Gran Marcha-3B mejorado.

     La Chang»e-3 incluye a un módulo de descenso y un vehículo de exploración lunar llamado «Yutu» (Conejo de Jade).

     Las tareas del «Yutu» incluyen estudiar la estructura geológica de la luna y las sustancias de la superficie y buscar recursos naturales. El módulo de descenso lunar operará en la luna durante un año, en tanto que el explorador estará allí durante tres meses.

     La Chang»e-3 es parte de la segunda etapa del programa lunar de China, que incluye la orbitación, descenso y retorno a la Tierra. La misión tiene lugar después de las exitosas llevadas a cabo por la Chang»e-1 y Chang»e-2 en 2007 y 2010.

     El alunizaje exitoso muestra que China tiene la habilidad de la exploración in situ de un cuerpo extraterrestre, dijo Sun Huixian, ingeniero adjunto en jefe encargado de la segunda etapa del programa lunar de China.

     En los años recientes ha surgido un interés renovado por la luna después del climax de las misiones lunares de la década de los 60 y 70.

     La Chang»e-3 realizó el primer alunizaje suave del mundo de una sonda en la luna en casi cuatro década. El último alunizaje de ese tipo fue llevado a cabo por la Unión Soviética en 1976.

     «A diferencia de la carrera espacial del siglo pasado entre Estados Unidos y la ex Unión Soviética, el retorno actual de la humanidad a la luna se basa más en la curiosidad y la exploración del universo desconocido», dijo Sun.

     «El programa lunar de China es un componente importante de las actividades de la humanidad para explorar el uso pacífico del espacio», dijo el ingeniero en jefe.

     Para una civilización antigua como la de China, alunizar tiene otro significado. La luna, una fuente importante de inspiración, es uno de los temas más significativos de la literatura y de los mitos antiguos chinos, incluido el de Chang»e, una mujer que llevó a su mascota «Yutu» (Conejo de jade) en un vuelo hacia la luna, donde se convirtió en diosa.

      «Aunque la gente ha descubierto que la luna está descolorida y desolada, eso no cambia su papel espléndido en la cultura tradicional china», dijo Zhang Yiwu, un profesor de la Universidad de Pekín.

     «Aparte de la exploración científica, la sonda lunar es una respuesta a la cultura tradicional e imaginación de China. El programa lunar de China mantendrá vivas las leyendas hermosas», dijo Zhang.

     «Me siento tan emocionado por la noticia. Hace realidad mi sueño espacial», dijo el internauta «Roger-Kris» en Sina Weibo. «Estoy tan interesado en el espacio que deseo estudiar ciencia cuando vaya a la universidad», agregó.

     «Deseo ver más imágenes enviadas por la Chang»e-3», indicó.

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