El Sol entrará en su 24º periodo de máxima actividad solar a finales del año 2013, según las últimas previsiones. Durante estos periodos se incrementa la emisión de las partículas energéticas que forman el viento solar y se originan las tormentas solares.  Uno de sus efectos es el aumento de la frecuencia y luminosidad de las auroras polares, aunque la llegada masiva de electrones también puede causar problemas en los satélites y redes de telecomunicación terrestres, así como en el suministro eléctrico. Los científicos también debaten sobre la relación entre estos máximos solares y el clima de la Tierra, aunta un análisis del proyecto GLORIA de la Unión Europea

El número de manchas solares detectadas sobre la superficie del Sol ayudan a definir su actividad. Al acercarnos al máximo solar, el número de manchas va creciendo. Las estadísticas de los últimos 200 años revelan que los máximos –mayor número de manchas solares– siguen una periodicidad de aproximadamente 11 años. El último ocurrió a finales del año 2000, y aunque a partir de 2011 ya se observó un aumento de la actividad solar –con auroras más intensas–, parece que es a finales del año actual cuando el Sol tendrá su nuevo máximo.

Mientras tanto 

La sonda espacial Soho, que monitorea el Sol, detectó el 20 de agosto de 2013 a las 4:24 am , tiempo del Este de Estados Unidos, el sol generó una erupción con una expulsión de masa coronal (o CME por sus siglas en inglés), un fenómeno solar que puede enviar miles de millones de toneladas de partículas en el espacio que  pueden llegar a la Tierra de uno a tres días después de generada. Estas partículas no pueden entrar a la atmósfera para dañar a los humanos en la Tierra, pero pueden afectar a los sistemas electrónicos de los satélites y en tierra.

Modelos experimentales de investigación de la NASA, con base en el Observatorio de Relaciones Terrestre Solar de la NASA, muestran que la CME dejó el sol a una velocidad de casi mil kilómetros por segundo, que es una velocidad bastante típico de las CME.

Estas partículas que se dirigen a la Tierra pueden causar un fenómeno meteorológico del  espacio llamado tormenta geomagnética, que ocurre cuando la energía llega a la Tierra durante un período prolongado de tiempo. En el pasado, las tormentas geomagnéticas causadas por las CME por lo general han sido leves.

Las tormentas magnéticas pueden degradar las señales de comunicación y causar inesperados aumentos y repentinas sobrecargas en las redes eléctricas.

Estos fenómenos también pueden causar las auroras polares.

Evolución de las manchas solares con el tiempo. / GLORIA

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