Evan Henshaw-Plath (San Francisco, 1976) nunca pensó que uno de los desarrollos de los que él tomaba parte se acabaría convirtiendo en el gigante Twitter.

Por eso tras dos años vendió sus acciones de la red social para comprarse un viejo coche con el que recorrer EE UU.

Hacker declarado y activista convencido, hoy sigue trabajando en el desarrollo de nuevos proyectos tecnológicos. Estuvo en Emtech, la conferencia de tecnologías emergentes del MIT celebrada en Málaga, España, la semana pasada.

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