Un extraño asteroide se acerca al sistema Tierra-Luna. Es el 1998 QE2, que por su tamaño de 2,7 kilómetros (1,7 millas) de diámetro se le considera potencialmente peligroso. Sin embargo el calculo es que su máximo acercamiento se haya dado la tarde de este 31 de mayo, a una distancia de 5,8 millones de kilómetros de la Tierra, unas 15 veces más lejos que la Luna.

Este es el máximo acercamiento que el asteroide hará a la Tierra durante al menos los próximos dos siglos.

Pero el mejor momento para verlo será el 3 y 4 de junio, cuando se espera que resplandezca como una estrella de magnitud 11.

Pero el asteroide también es extraño porque tiene su propia luna. Los investigadores la encontraron en una secuencia de imágenes de radar obtenidas a través de la antena de 70 metros de la Red del Espacio Profundo (Deep Space Network, en idioma inglés), ubicada en Goldstone, California, en la tarde del 29 de mayo (30 de mayo hora universal), cuando el asteroide se encontraba a unos 6 millones de kilómetros de la Tierra.

La estimación preliminar del tamaño del satélite del asteroide es de aproximadamente 600 metros de ancho.

Los asteroides han sido un tema candente desde el 15 de febrero, cuando uno pequeño explotó sobre Rusia y otro de mayor tamaño, el 2012 DA14, batió el récord de mayor aproximación a la Tierra, el mismo día.

«Este es un asteroide grande que va a ser uno de los mejores blancos de las imágenes de radar del año,» dice Lance Benner, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory, en idioma inglés), de la NASA.

«Como solía decir mi viejo amigo, el astrónomo especialista en radares Steve Ostro, la nave espacial Tierra está haciendo un sobrevuelo del asteroide, por lo que vamos a explotar las capacidades de los radares para entender tanto como sea posible».

«Los mapas de radar deberían competir con las imágenes de otros asteroides obtenidas por naves espaciales durante misiones de sobrevuelo», dijo Benner

Una cosa que intriga a Benner es el aspecto oscuro del asteroide. Según las mediciones que realizó el Telescopio Espacial Spitzer, 1998 QE2 refleja sólo el 6% de la luz solar que cae sobre él, lo que hace que sea más negro que el carbón. «Por lo tanto, podría tener una composición similar a la de 101955 Bennu, que es el objetivo de la misión OSIRIS-Rex, de la NASA», señala.

Con un lanzamiento programado para el año 2016, la nave espacial OSIRIS-Rex viajará al asteroide Bennu cercano a la Tierra, lo estudiará desde la órbita y finalmente traerá una muestra para realizar con ella estudios de laboratorio, en la Tierra. El asteroide Bennu cercano a la Tierra resulta interesante para los investigadores por dos razones: En primer lugar, se trata de un asteroide rico en carbono que podría albergar los aminoácidos y otras moléculas orgánicas esenciales para la vida primitiva. En segundo lugar, es el tipo de asteroide que la NASA en última instancia podría desear capturar. En efecto, la misión OSIRIS-Rex es considerada como una parte esencial en los planes de la NASA que tienen como objetivo encontrar, estudiar y trasladar un asteroide para ser explorado por los astronautas.

Tal vez 1998 QE2 brinde a los investigadores una vista previa de esta roca espacial fascinante.

Aunque el mayor acercamiento se dio el 31 de mayo, el mejor momento para observar a 1998 QE2 será durante la primera semana de junio, cuando el asteroide ingrese en los cielos del norte. En ese momento, su cara iluminada por el Sol se enfrentará a la Tierra, lo que lo convierte en un blanco fácil para los grandes telescopios de aficionados. Cuando experimente su máximo brillo, el 3 y 4 de junio, se espera que resplandezca como una estrella de magnitud 11.

Mientras los astrónomos aficionados observan a la roca espacial deslizándose a través de las constelaciones de Libra y Ofiuco, los radares de la NASA enviarán a la roca espacial potentes ráfagas de energía radioeléctrica, revelando de este modo un paisaje extraño que nadie nunca ha visto antes.

Los comentarios están cerrados.