Un engaño cósmico al ojo. nebulosa planetaria NGC 2371- NASA/ESA/Hubble Heritage Team (STScI/AURA)

Un engaño cósmico al ojo. nebulosa planetaria NGC 2371- NASA/ESA/Hubble Heritage Team (STScI/AURA)


Las estrellas de distintas masas llegan al final de su vida de formas diferentes. Mientras que las estrellas muy masivas desaparecen en un destello, las estrellas de masa intermedia (aquellas que tienen aproximadamente entre una y ocho veces la masa del Sol) son algo más lentas y forman objetos cósmicos conocidos como «nebulosa planetaria».

Este nombre viene dado por su ligero parecido a los planetas cuando se observaban en un principio a través de telescopios de baja resolución. Se originan cuando una estrella en el tramo final de su vida expulsa sus capas más externas de gas al espacio. Esta nube forma una ráfaga alrededor de la estrella central, mientras esta se va enfriando lentamente para convertirse en una enana blanca. Eso es lo que ha ocurrido en esta imagen del telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA, tomada en 2007, que muestra una nebulosa planetaria conocida como NGC 2371.

NGC 2371 se encuentra a 4300 años luz de nosotros, en la constelación de Géminis. Es una de las nebulosas planetarias más extensas que se conocen, pues mide aproximadamente tres años luz. Su estrella progenitora puede observarse en esta imagen como un punto naranja con luz roja, rodeada por una nube de gas verde, azul y aguamarina. Su ráfaga parece tener forma elíptica regular, dividida por la mitad por una línea oscura que atraviesa la nebulosa y abarca también la estrella central.

Esta parte oscura despistó a los astrónomos en un primer momento al catalogar NGC 2371, ya que los dos lóbulos parecen visualmente dos objetos en lugar de uno. A consecuencia de esta confusión, la nebulosa tiene dos nombres en el catálogo general de William Herschel: NGC 2371 y 2372 (a menudo combinados como NGC 2371/2 y NGC 2371-2).

En ambos lados de la estrella central se aprecian también con claridad dos zonas rosas. Se cree que estas zonas son nudos de gases, más probablemente jets, lanzados por la estrella en el pasado. Su color rosado indica que son más frías y densas que sus alrededores.

Aunque ahora solo es una sombra de lo que fue, en algún momento, la estrella central de la nebulosa era similar al Sol. Se está enfriando lentamente después de expulsar enérgicamente la mayoría del gas, pero todavía tiene un largo camino por recorrer. En este momento, su superficie se encuentra a una temperatura abrasadora superior a los 130.000 ºC, unas 25 veces superior a la superficie del Sol, y brilla con una luminosidad de al menos 700 soles.

La radiación ultravioleta caliente que se desprende hacia el exterior en la nebulosa aporta energía al gas con el que entra en contacto, lo que provoca que NGC 2371 brille en los bonitos tonos aguamarina que observamos en esta imagen.

Esta fotografía fue captada por la la Cámara Planetaria y de Gran Angular 2 en noviembre de 2007. Es una imagen de falso color creada con una combinación de filtros para detectar la luz procedente del sulfuro y el nitrógeno (mostrada en rojo), el hidrógeno (verde) y el oxígeno (azul). Las observaciones se incluyeron como parte del proyecto Hubble Heritage.

Crédito de la imagen: NASA/ESA/Hubble Heritage Team (STScI/AURA)

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