Sapillo de vientre de fuego oriental (Bombina orientalis), originario de Corea del Sur- Frank Pasmans

Sapillo de vientre de fuego oriental (Bombina orientalis), originario de Corea del Sur- Frank Pasmans


El hongo Batrachochytrium dendobatidis, ha provocado la desaparición de más de 200 especies de anfibios en todo el mundo. Ante esto 37 instituciones científicas de todo el mundo, analizaron 230 muestras del hongo para secuenciar su genoma. Los resultados, que se publicaron el 11 de mayo de 2018 en la revista Science, revelaron la existencia de cuatro linajes genéticos. Tres están distribuidos por todo el mundo, el cuarto solo se encuentra en ranas nativas de la península de Corea. El linaje coreano es el más parecido al ancestro que originó todos los linajes actuales del hongo y presenta mayor diversidad genética que el resto.

Por el grave daño causado los investigadores urgieron a prohibir el comercio de anfibios como mascotas para asegurar la supervivencia de las especies vulnerables.

Urgen prohibir el comercio de anfibios como mascotas para asegurar la supervivencia de las especies vulnerables

Las herramientas genéticas permitieron descubrir que, contrariamente a lo que se pensaba, la enfermedad se ha extendido por el mundo fundamentalmente en los últimos 50 a 120 años, coincidiendo con la expansión del comercio global. “Paradójicamente, el mismo mundo globalizado que nos permite tener mascotas del otro lado del mundo en nuestras casas, puede provocar que nuestros hijos nunca lleguen a conocer muchas de las especies que llevan miles de años conviviendo con el ser humano”, se lamenta el investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) Jaime Bosch, descubridor del primer brote causado por este hongo en Europa y uno de los firmantes del estudio.

“La prohibición del comercio de especies no es un capricho”, apunta Bosch. Hace menos de cuatro años descubrieron la existencia Batrachochytrium salamandrivorans, una segunda especie del hongo que está devastando las poblaciones centroeuropeas de salamandras. “Ese hongo llegó hasta Europa a través de la red de venta de anfibios como mascotas. Mantener este mercado es extremadamente arriesgado dado el altísimo riesgo de que pueda extender por el mundo nuevas formas de este hongo desconocidas hasta el momento”, continúa.

“Haber descifrado el genoma y los linajes el hongo es un primer paso para lograr curarlo y, hasta que ese momento llegue, es imprescindible tratar de frenar su expansión”, concluye el científico.

El hongo asesino se trasmite de un animal a otro y se extiende rápidamente por la naturaleza

El hongo asesino de anfibios

Batrachochytrium dendrobatidis, conocido como el hongo asesino de anfibios, ha sido identificado como el causante del declive generalizado y la extinción de especies de ranas, sapos, tritones y otros anfibios en todo el mundo. Este hongo está distribuido a lo largo de todo el mundo, pero hasta ahora no estaba claro donde emergió la cepa virulenta.

El hongo asesino se trasmite de un animal a otro y se extiende rápidamente por la naturaleza, causando mortalidades catastróficas en muchas especies, mientras que a otras no les afecta. La enfermedad producida por este hongo, denominada quitridiomicosis, afecta a la piel de los anfibios, impidiendo la correcta regulación del agua y los electrolitos, generando un fallo cardíaco

Referencia bibliográfica:

S.J. O’Hanlon, et al.Recent «Asian origin of chytrid fungi causing global amphibian declines». (2018). Science

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