Niño palestino en escuela- Eman Mohammed UNESCO

Niño palestino en escuela- Eman Mohammed UNESCO


Tal y como están las cosas en el mundo, las aspiraciones de muchos padres de que sus hijos tengan una “educación decente”, y las de los propios niños en el mismo sentido, seguirán siendo “sueños irrealizables” , apunta Guy Ryder, Director General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en la conmemoración 2015 del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, el cual este año tiene como lema “¡NO al trabajo infantil! – Sí a una educación de calidad!”.

E insiste: “Muchas niñas y niños no tienen la posibilidad de ir a la escuela. Algunos tratan de combinar escuela y trabajo pero, con demasiada frecuencia, deben abandonar la escuela mucho antes de tener la edad legal para trabajar y se convierten en niños trabajadores”.

También recordó que la concesión conjunta del Premio Nobel de la Paz a Kailash Satyarthi y Malala Yousafzai en 2014 fue un símbolo indiscutible de la estrecha conexión que existe entre el derecho a no estar sometidos al trabajo infantil y el derecho de todas las niñas y todos los niños a la educación. Su valentía, su perseverancia y su visión deberían alentarnos a todos a redoblar nuestros esfuerzos.

“La situación se ve hoy en día aún más agravada por la repercusión de los conflictos y las crisis. En las zonas de conflicto, los alumnos y algunas veces los propios maestros han sido víctimas de ataques violentos y de secuestros. No es inusual que se informe de la destrucción de escuelas. La infraestructura de estabilidad y prosperidad se está viendo socavada. Existen diversas circunstancias que fuerzan a las familias a huir de la inseguridad física y económica, cruzando fronteras en búsqueda de una mejor vida. Gran parte de estos flujos migratorios están constituidos por niños, que en ocasiones viajan sin sus padres. Estos viajes son a menudo la puerta de entrada al trabajo y la explotación infantiles”, remarca Guy Ryder.

Este año, en el Día mundial contra el trabajo infantil se hace un llamado a favor de:

  • una educación de calidad, gratuita y obligatoria para todos los niños hasta por lo menos la edad mínima de admisión al empleo y emprender acciones para llegar a aquellos niños actualmente en situación de trabajo infantil;
  • nuevos esfuerzos para asegurar que las políticas nacionales sobre trabajo infantil y educación sean coherentes y eficaces;
  • políticas que garanticen el acceso a una educación de calidad e inversiones en personal docente.

La misma OIT propone la edad mínima en la que legalmente pueden incorporarse al empleo o a trabajar.

Trabajo peligroso
Ninguna persona menor de 18 años debe realizar trabajos que atenten contra su salud o su moralidad.

Edad mínima límite
La edad mínima de admisión al empleo no debe estar por debajo de la edad de finalización de la escolarización obligatoria, por lo general, los 15 años de edad.

Trabajo ligero
Los niños de entre 13 y 15 años de edad podrán realizar trabajos ligeros, siempre y cuando ello no ponga en peligroso su salud o su seguridad, ni obstaculice su educación, su orientación vocacional ni su formación profesional.

Guy Ryder enfatizó que en última instancia, para que en el futuro deje de existir el trabajo infantil “se necesitan políticas de desarrollo inclusivas, que integren el trabajo decente para los adultos, los pisos de protección social y unos sistemas educativos sólidos. Si contamos con voluntad y determinación políticas en todos los niveles de desarrollo podemos fijar prioridades, decidir las políticas y adoptar medidas integradas. La agenda de desarrollo post 2015 y la acción en los planos mundial, regional y nacional se enfrentan al importante desafío de lograr un cambio sostenible y significativo”.

 

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