Un grupo de jóvenes integrantes del movimiento Yo soy 132 inició su marcha desde la Facultad de Humanidades. En calma y preparados con pancartas se coordinaban para avanzar sobre Ávila Camacho. Al amparo de algunas cintas de seguridad se escuchaba una consigna: «Veracruz, escucha, también ésta es tu lucha».

Poco a poco fueron caminando la avenida, entre gritos como:

– Queremos escuelas no telenovelas

– Prende tu mente, apaga la tele

– Hay que estudiar, hay que estudiar, el que no estudie como Peña va a acabar

Eran esos y otros lemas preparados e improvisados.

A pesar del fuerte sol, el movimiento no se apagaba, poco a poco más de mil estudiantes fortalecieron el cuerpo del contingente. Arreciaba la porra cuando los automovilistas pasaban al lado de la marcha pitando sus bocinas en señal de apoyo. Sí se ve, sí se ve, ése apoyo sí se ve, se levantaban las voces.

Al llegar al Teatro del Estado, primera parada, algunos jóvenes y otros con la juventud en el corazón, al ritmo de tambores y percusiones, expresaron su opinión sobre una de las más importantes propuestas del movimiento: los observadores de casilla ciudadanos.

La prestigiosa académica Mercedes Lozano, catedrática de la Facultad de Letras Españolas de la Universidad Veracruzana, dijo que “el movimiento es algo verdaderamente auténtico aunque hayan querido desprestigiarlo y ya era hora que el sector de los jóvenes se levantara, porque el futuro por el que hoy luchan es el que va a tener apoyo total. Además he visto, como los coches pasan saludando y pitando, en señal de apoyo, me da mucho gusto porque la sociedad civil se está involucrando. Y que los chavos sean observadores es imprescindible, porque hay muchas maneras de fraude, pero que al menos con los observadores se puede controlar”.

Entre bailes, los jóvenes levantaban mantas y custodiaban la seguridad de quienes marchaban. Jaime con respecto a los observadores expresa que “lo que 132 propone es apegarse a lo institucional, porque los ciudadanos tienen derecho a ser observadores, lo que hacemos es de manera individual, pero somos muchos los que lo hacemos, si la ley ofrece esta opción, ¡pues usémosla!, yo me pude inscribir porque gracias a que 132 logró que el IFE ampliara las fechas, del 31 de mayo hasta al 7 de junio, me dio tiempo, muchos compañeros no lo hubiéramos hecho si no hubiera sido así. Cuando el plazo iba a finalizar, 132 logró que se ampliara, el IFE mandó su comunicado media hora antes de que terminara”.

Los jóvenes estaban contentos, convencidos de lo que hacían. Sin perder el ritmo continuaron su camino, siguieron hasta el Diario de Xalapa e increparon cosas a este medio:

No somos unos, no somos diez, prensa vendida: cuéntanos bien

O: “Ésos son, ésos son, los que chingan la nación”.

Adultos y jóvenes no dejaban de tomar fotografías, la atención que provocó el evento se veía en los balcones, algunas señoras se asomaban y ya casi llegando al Diario se veía la gente en el parque Juárez observando desde arriba del viaducto.

En el trayecto, Eréndira, estudiante graduada, expresó su opinión sobre este importante movimiento. A su alrededor había máscaras y carteles con el rostro de Salinas y un Peña Nieto con orejas de burro: “Yo soy observadora, el IFE dio a conocer esta posibilidad desde el 7 de octubre, pero la gente no se inscribía porque pensaban que no tenía valor, pero el IFE ofrece que tú como observador independiente puedas reportar cualquier mala práctica. Yo de hecho presencié una mala práctica; el trámite es personal, pero el día que yo fui llegó una persona que venía del PRI, traía pulseras del PRI, y entregó 73 solicitudes de observadores independientes en un manojo. El asunto fue que le dije al funcionario que si el trámite es personal, me dijo sí, los miré y pues les pregunté sobre el tipo ése, me dijeron que de todos modos tienen que venir al curso. No supieron muy bien que responder”.

Elda, estudiante, también opinó, entre la algarabía del trayecto y sin detener su camino: “Mira, me parece muy bien, excelente, porque parte del fraude del 88 y 2006 fue la falta de observadores, de gente que checara las casillas. Lo que pasó en el 2006 fue que las actas de escrutinio decían por ejemplo 107 votos para AMLO y en la captura del IFE decía 7 ó 17, no estaban haciendo bien las capturas. Ésta es una forma de poner un alto, pero también hay que tener cuidado porque el PRI también metió muchos observadores. Hay que llevar cámaras y aunque tú no estés registrado, puedes ir a observar. Y cuando se van a contar los votos, nada de que te saquen, la gente también puede estar presente”.

Ya frente al periódico un pequeño grupo se aproximó a las ventanas y pegó post-its con reclamos y denuncias contra el compadrazgo entre la prensa y la clase política, misma que, desde su punto de vista, en lugar de informar tapa las carencias y corruptelas de los otros. La manifestación frente al diario se llevó a cabo en orden.

Las fotografías y flashes salían de todos lados y en el rostro de los participantes se reflejaba el agobio del sol, un poco de sed y también gran satisfacción.

Pedro, integrante del movimiento, también expresó algunos comentarios para exhortar a la gente a estar informada: “Yo participé en la asamblea de la USBI y estamos en un comité informativo, somos parte del movimiento del DF y los principales puntos son difundir la información, la no imposición de un candidato por la televisora y un movimiento apartidista, somos ciudadanos y estudiantes. Como observador, sí me inscribí, y la propuesta que sale de Xalapa es hacer el PREP ciudadano, donde tú puedes fotografiar las resultados, las mantas con los datos que sacan los encargados de casilla. La propuesta es que tú saques una fotografía de las mantas y las subas a una página para que se pueda hacer un conteo y ver si coincide con el del IFE.  Estamos trabajando para ver cómo se van a repartir las casillas para cubrir la mayor cantidad y, sobre todo, las casillas en comunidades alejadas. Esto nos ayuda a construir la idea de la ciudadanía y esto es muy motivante”.

La marcha siguió por el viaducto y pasó por la parte de atrás de Palacio de Gobierno hasta llegar a Carrillo Puerto. Los peatones tomaban fotos y video con sus celulares. La documentación de la marcha fue total, nadie atacó a ninguno de los estudiantes y el ambiente era más bien agradable.

Pronto la marcha dio la vuelta y llegó a la plaza Lerdo, donde desde hace unos días se halla instalada una campaña a favor de Peña Nieto. La consigna de los coordinadores era no caer en provocaciones, pero la realidad era que los integrantes de dicha campaña eran sólo niños, jóvenes, mujeres y algunas viejitas.

Ante algunas preguntas sobre qué opinaban del movimiento Yo soy 132, una señora declaró que “están en su derecho porque todos pueden manifestarse. Yo no estoy a favor ni en contra, ellos tendrán sus argumentos”. Otros dos jóvenes se mostraron renuentes a responder. Acabaron diciendo que no sabían nada sobre las protestas, y lo repitieron, como si quedara más claro la segunda vez.

Ya frente a la plaza Lerdo y el Palacio de Gobierno, se formó una valla humana. Los chavos se agarraron de los brazos mientras avanzaban poco a poco por Enríquez. Aunque no era el fin, se preparaban para cualquier tipo de enfrentamiento.

La ola de fotografías arreció. Un joven camarógrafo hacía todo lo posible para sacar su toma, caminaba hacia atrás, esquivaba a los estudiantes y hasta se le notaba una sonrisa ante tanta actividad.

Los que miraban podían leer pancartas que decían cosas como “Disculpe las molestias, democracia en construcción”; “Peña tiene la tele, pero nosotros las calles y las redes”; “Se ve, se nota, Peña es un idiota”, entre otras cosas más o menos retadoras y otras que apelaban a un voto consciente e informado.

Después de pasar frente al Palacio los ánimos se calmaron. Las voces ya descansaban en las gargantas y el paso era más relajado. El final de la marcha sería en el paseo de los Lagos. Platicando y levantando las pancartas, frente a la biblioteca Carlos Fuentes, un grupo musical tocó algunas canciones. La gente aplaudía, pero aunque el grupo tenía una buena intención, parecía que la música desentonaba con las protestas, el flujo no se detenía.

Al llegar a los Lagos, ya todo era más tranquilo. La gente, cansada por el intenso sol, insolada y con el rostro requemado, se instaló en los escalones.

Las últimas palabras de los coordinadores se oían a lo lejos. La próxima asamblea será el miércoles a la una en la USBI. El grupo comenzó a disolverse. Pedro y uno de sus amigos sacaron un garrafón de agua y dieron de beber a los que se acercaron.

Algunas familias que llevaban a sus perros miraban a los jóvenes dispersarse, ponerse de acuerdo y guardar sus pancartas.

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