José Velasco Toro, del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la Universidad Veracruzana (UV), habló con estudiantes de la Facultad de Historia sobre el momento actual de la civilización, en el que se transita de un modelo capitalista basado en la fuerza de trabajo hacia otro basado en el conocimiento.

En la 36ª Semana del Historiador que realiza anualmente la Facultad, el Doctor en Historia Contemporánea por la Universidad del País Vasco presentó la ponencia “Capitalismo cognitivo y el cognotariado”, donde expresó que vivimos en una época de transición, al igual que un cambio de paradigma relacionado con el contexto del modo de producción del sistema capitalista.

Han sucedido varias etapas del capitalismo y la lucha por los derechos sociales y la libertad individual ha continuado desde la etapa del capitalismo industrial, comentó.

En el último tercio del siglo XX comenzó un tercer momento del capitalismo en el cual el conocimiento prevaleció como factor de producción, de dicha situación se derivó el término “cognotariado”, es decir, la clase integrada por el trabajador del conocimiento.

“Este momento se ubica simbólicamente con la caída del Muro de Berlín en 1989; se considera crucial porque impactó el imaginario a nivel mundial y ayudó a la disolución de las fronteras y a la ampliación de los mercados”, dijo Velasco Toro.

La economía del conocimiento se consolida gradualmente como el factor de producción más importante a través de un proceso que se ha vuelto más dinámico y repercute en diversas esferas de la sociedad.

La figura de la lucha de clases, presente en muchos textos de las ciencias sociales, empieza a quedar atrás ante una nueva categoría que definirá a la explotación conocida como “trabajo conceptual”, es de aquí donde surge el término “cognotariado”, aunque también es conocido como cognitivo.

Hoy los trabajadores del conocimiento, el cognotariado, pueden estar en Japón, Argentina, México, Australia, y gracias a las tecnologías de la información y la comunicación establecer una red de conocimiento que generará a su vez más conocimiento; no está adscrito a un espacio sino a una dinámica que generará un conocimiento, “eso está empezando a conformar nuevas relaciones laborales en función de lo que se produce”.

Hoy la materia y la energía son las constantes de la producción, explicó, ya no es la tierra ni la mano de obra, incluso el capital, ahora el conocimiento es acompañado por la materia y la energía como factores fundamentales de la producción, considerados como elementos de la riqueza actual.

“Desde esta perspectiva el terreno de las humanidades tiene que replantearse en muchos sentidos para insertarse en esta dinámica generadora de conocimiento y obviamente para reconceptuar las relaciones”, comentó al recalcar que “las humanidades tienen que acercarse a las ciencias, tienen que aprender a trabajar en colaboración”.

Advirtió también que el capitalismo cognitivo está conduciendo a un mayor consumismo, “nos ha vuelto más consumistas que el capitalismo industrial pero no nos ha vuelto más productores, es decir, somos excluidos del conocimiento, no incluidos”.

Este proceso de inclusión y exclusión del conocimiento nos sitúa en otro problema que es el acceso al conocimiento, y para el caso de nuestro país las condiciones actuales nos ubican dentro del campo de los excluidos.

En ese sentido recomendó que los jóvenes estudiantes se preparen para trabajar en equipo y colaborar con investigadores de otras disciplinas, pues ello fortalecerá sus capacidades y permitirá incluirse entre aquellos profesionistas que generen conocimiento.

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