La Guerra de los Mundos- Luis Demano, SINC

La Guerra de los Mundos- Luis Demano, SINC


El 30 de octubre de 1938, Orson Welles (1915-1985) y el Mercury Theatre, bajo el sello de la CBS, adaptaron el clásico La guerra de los mundos, novela de ciencia ficción de H.G. Wells, a un guion de radio.

Eran cerca de las 20:00 horas cuando el movimiento para la transmisión comenzó.

Los sesenta minutos que duró la emisión —en los que se recrearon la llegada de extraterrestres a Grover’s Mill (Nueva Jersey) y su camino de destrucción hacia Nueva York— lograron instaurar la histeria en la sociedad estadounidense.

La reacción masiva que provocó el programa  —que contaba la historia en forma de noticiario— lo convirtió un verdadero hito en en estudio de teorías sociológicas sobre la comunicación de masas.

Con ello se convirtió en la hora radial más famosa de la historia.

Orson Welles adquirió cierto prestigio dramatizando algunas obras como Los miserables en programas de radio, de modo que en julio de 1938 el Columbia Broadcasting System (CBS) le ofreció realizar un programa semanal en la cadena dramatizando obras. De este modo, Howard Koch, que escribiría más tarde el guion de Casablanca, adaptaba obras como Drácula o El Conde de Montecristo y Welles las interpretaba.

En la emisión de La guerra de los mundos Welles interpretaba al profesor Pierson, el científico que explicaba lo ocurrido, mientras que también participaba un actor imitando al periodista Carl Philips. La narrativa como empezaba la invasión a la Tierra empezaba así:

«Señoras y señores, interrumpimos nuestro programa de baile para comunicarles una noticia de último minuto procedente de la agencia Intercontinental Radio News. A las 8 menos 20, hora central, l profesor Farrel del Observatorio de Mount Jennings, de Chicago. Illinosis, reporta que se han observado en el planeta Marte algunas explosiones de gas incandescente, que se suceden a intervalos regulares. El espectroscopio revele que se trata de hidrógeno y que este gas se dirige a la Tierra con enorme rapidez… Continuaremos informando».

A pesar de que «la Columbia Broadcasting System (C.B.S.) y sus estaciones asociadas» habían presentando al inicio del programa tanto a Orson Welles como al Mercury Theatre en la adaptación de «La guerra de los mundos» de H. G. Wells, y que el programa fue anunciado ampliamente, la reacción de los oyentes fue amplia, lo que pudo ocurrir porque muchos radioyentes sintonizaron más tarde la emisión o, simplemente, no prestaron la suficiente atención a una simple introducción de lo que parecía un programa cualquiera.

Orson Wells con esto desencadenaba el poder de la radio.

Así, en plena víspera de Halloween, tan solo tuvo que prender la mecha con un comienzo espeluznante:

La sicosis de La Guerra de los Mundos

La sicosis provocada por La Guerra de los Mundos

 

Tras el primer corte y para darle aún mayor veracidad a la noticia, Welles retomaba la supuesta emisión de una orquesta desde el Hotel Meridian Plaza para volver a parar a medida que la ficticia invasión extraterrestre se iba desarrollando, «damas y caballeros, tengo que anunciarles una grave noticia. Por increíble que parezca, tanto las observaciones científicas como la más palpable realidad nos obligan a creer que los extraños seres que han aterrizado esta noche en una zona rural de Jersey son la vanguardia de un ejército invasor procedente del planeta Marte.

Las interrupciones eran cada vez más frecuentes y con un mayor tono de alarmismo, como prueba la secuencia del personaje Carl Philips desde Grovers Mill, en el Estado de Nueva Jersey, donde supuestamente se estaba sucediendo el aterrizaje: «Señoras y señores, esto es lo más terrorífico que nunca he presenciado… ¡Espera un minuto! Alguien está avanzando desde el fondo del hoyo. Alguien… o algo. Puedo ver escudriñando desde ese hoyo negro dos discos luminosos… ¿Son ojos? Puede que sean una cara. Puede que sea…»

Los datos de audiencia estiman que cerca de 12 millones de personas escucharon la transmisión y otras tantas cayeron presa del pánico abandonando sus casas y colapsando carreteras, estaciones o comisarías de policía. Los teléfonos de emergencia echaron humo durante varias horas recibiendo multitud de mensajes que decían haber visto a los extraterrestres. El polémico acontecimiento, que terminaba con la «muerte» del propio Orson Welles a causa de los gases que emanaban los invasores, pudo ser el fin de su fulgurante carrera, pero visto en perspectiva, aquello, en realidad, no fue más que el inicio de su leyenda.

Si quiere escuchar la introducción a la transmisión radial original, con subtitulos en español, aquí la tiene

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