Identificado hace unos años, el fenómeno denominado «dipolo del océano Índico» corresponde a una diferencia en la temperatura de las aguas superficiales del este y el oeste del océano Índico. Al igual que ocurre en el océano Pacífico con «El Niño» y su equivalente frío, «La Niña», el dipolo del océano Índico fluctúa entre fases «negativas», «positivas» y «neutras» con una frecuencia de entre tres y ocho años. El nuevo estudio revela que, al igual que las del Pacífico, las anomalías oceánicas provocadas perturban de manera periódica el clima en el perímetro del océano Índico, favoreciendo la aparición de fenómenos meteorológicos extremos.

Una perturbación climática aún desconocida

Identificado hace unos años, el fenómeno denominado «dipolo del océano Índico» corresponde a una diferencia en la temperatura de las aguas superficiales del este y el oeste del océano Índico. Al igual que ocurre en el océano Pacífico con «El Niño» y su equivalente frío, «La Niña», el dipolo del océano Índico fluctúa entre fases «negativas», «positivas» y «neutras» con una frecuencia de entre tres y ocho años. El nuevo estudio revela que, al igual que las del Pacífico, las anomalías oceánicas provocadas perturban de manera periódica el clima en el perímetro del océano Índico, favoreciendo la aparición de fenómenos meteorológicos extremos.

Sequías en el este e inundaciones en el oeste

En las fases positivas del dipolo del océano Índico, la parte oriental del océano está más fría de lo habitual, mientras que la parte occidental está más caliente. Esta anomalía térmica en las aguas superficiales modifica la circulación atmosférica. En el este, reduce la convección atmosférica (ascensión del aire cálido y húmedo) y disminuye las precipitaciones. En el oeste, por el contrario, las aumenta. Además, este cambio en la convección acelera los vientos alisios que se desplazan a lo largo del ecuador, lo que provoca el ascenso de las aguas profundas frías y refuerza el contraste térmico entre los dos márgenes del océano. La fase positiva del dipolo del océano Índico tiende a provocar sequías en Asia Oriental y Australia y, por el contrario, inundaciones en ciertas partes del subcontinente indio y en África Oriental.

Fenómenos cada vez más frecuentes

Gracias al análisis de las observaciones oceánicas y climáticas y a complejas simulaciones informáticas que se remontan hasta mediados del siglo XIX, estos investigadores han demostrado también que la frecuencia de las fases positivas ha ido en aumento en los últimos 30 años. Según el estudio, este aumento de la frecuencia se deriva de un calentamiento más rápido de la parte occidental que de la oriental en la zona tropical del océano Índico, provocado en parte por el efecto invernadero o la temperatura atmosférica, cada vez mayor. Desde la década de 1980, los científicos han registrado un número récord de once fenómenos dipolares positivos. Debido al incremento constante de la temperatura en la superficie terrestre, esta frecuencia está llamada a aumentar en las próximas décadas.

Los trabajos permitirán anticipar con mayor eficacia los fenómenos climáticos extremos producidos en esta parte del globo y calcular mejor sus consecuencias. También ayudarán a los gobiernos y las poblaciones a prevenir daños colaterales como los grandes incendios forestales del sur de Australia, la degradación de los arrecifes de coral en la parte occidental de la isla de Sumatra y las inundaciones y las epidemias de paludismo que azotan África Oriental.

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