Mapa de las tres oleadas migratorias procedentes de Asia hacia América- Emiliano Bellini, revista Nature

Mapa de las tres oleadas migratorias procedentes de Asia hacia América- Emiliano Bellini, revista Nature


Los primeros habitantes de América llegaron al nuevo continente hace más de 15,000 años procedentes de Asia en tres oleadas migratorias, según un equipo internacional con representación de científicos españoles y latinoamericanos, cuyo estudio publicó la revista «Nature» el 11 de julio de 2012.
El estudio del genoma de una amplia selección de tribus indígenas americanas, desde Canadá hasta Tierra del Fuego, ha permitido demostrar que proceden de al menos tres oleadas migratorias de pobladores asiáticos que cruzaron al nuevo continente a través del estrecho de Bering, en Siberia.
Durante las épocas glaciares -hace más de 15.000 años- este estrecho permaneció congelado y sirvió como puente entre los dos continentes.
Aunque los expertos calculan que se produjeron al menos tres migraciones, la mayoría de las tribus descienden de la primera de ellas, a la que han denominado los «Primeros Americanos», ya que las otras dos se limitaron solo a Norteamérica.
«Durante años se ha debatido si los habitantes de América procedían de una o más migraciones a través de Siberia, pero nuestra investigación pone fin a este dilema: los nativos americanos no proceden de una sola migración», subrayó a Efe el científico colombiano Andrés Ruiz-Linares, del University College de Londres, y autor principal del estudio.
En el estudio participaron dos investigadores españoles de la Universidad de Santiago de Compostela, así como científicos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México y Perú.
Se trata de la mayor investigación genética de nativos americanos hasta el momento, y en ella los expertos analizaron más de 364.000 variaciones genéticas, detectadas en el ADN de 52 tribus indígenas americanas y de 17 grupos siberianos.
El análisis se vio dificultado por la presencia de material genético procedente de migraciones posteriores, principalmente de los europeos y africanos que llegaron a América a partir de 1492, por lo que los investigadores se centraron sólo en las secciones del genoma que procedían totalmente de los nativos americanos.
«Técnicamente, el estudio de las poblaciones nativas americanas supone todo un reto por la presencia generalizada de rastros europeos y africanos en los grupos nativos», precisó Ruiz-Linares.
La primera oleada migratoria o «Primeros Americanos» se encontraron con un continente virgen y deshabitado, y se extendieron en dirección sur siguiendo la costa del Pacífico y dejando a su paso numerosas poblaciones, en un proceso que duró alrededor de mil años y cuyos linajes se pueden rastrear desde el presente.
Sin embargo, el ADN de cuatro tribus de Norteamérica demuestra que se produjeron al menos dos oleadas más: la segunda recorrió la costa del Ártico hasta Groenlandia, y la tercera se dirigió hacia las Montañas Rocosas.
Ambas migraciones estaban protagonizadas por individuos más cercanos a la etnia «han», predominante en China, que los «Primeros Americanos».
Al evaluar el material genético de la tribu de los «aleutianos» y de los «inuit», habitantes del este y oeste de Groenlandia, los investigadores hallaron que la mitad de su ADN procedía de los integrantes de la segunda migración.
En el caso de los miembros de la tribu canadiense «chipewyan», que vivían entre las Montañas Rocosas y la Bahía de Hudson, los expertos descubrieron que tenían un 10 por ciento del material genético en común con los protagonistas de la tercera migración.
El ADN de estas cuatro tribus norteñas -«aleutianos»; «inuit», tanto del este como del oeste, y «chipewyan»- contiene material de las tres migraciones, aunque la mayor parte corresponde a la primera («Primeros Americanos»).
Eso significa que los pobladores asiáticos de la segunda y tercera oleada se relacionaron con los primeros que llegaron a América.
Según Ruiz-Linares, esto queda demostrado por la menor diversidad genética de los nativos de Sudamérica, cuyo ADN es más cercano al de los «Primeros Americanos».
«Habría una relativa homogeneidad genética de los nativos desde México hasta el sur del continente, todos derivarían de la misma corriente migratoria desde Asia», explicó Ruiz-Linares.
«El poblamiento de México hacia el sur habría sido relativamente sencillo (…), con pocas mezclas tras la separación de las poblaciones» hasta la llegada de los europeos en 1492, añadió el investigador.

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