Mudar el plumaje puede ayudar a los pájaros a lidiar con los contaminantes ambientales- Margaret Whitney

Mudar el plumaje puede ayudar a los pájaros a lidiar con los contaminantes ambientales- Margaret Whitney


El mercurio es un contaminante muy común que afecta a la salud de los pájaros, así como a otras especies salvajes. Pese a ser un elemento habitual en la naturaleza (agua, suelo y aire), la exposición o la ingesta de cualquiera de sus formas puede dañar su organismo.

No obstante, algunas especies son capaces de desarrollar sus propias técnicas para eliminar estos compuestos tóxicos del cuerpo. Este es el caso de dos especies de pájaros cantores: el pinzón cebra (Taeniopygia guttata) y el estornino europeo (Sturnus vulgaris) que logran deshacerse del mercurio a la vez que cambian sus plumas. El estudio se publica en Environmental Toxicology & Chemistry.

Esta habilidad podría ayudar a las aves a lidiar con la exposición a distintos contaminantes

Los expertos llegaron a esta conclusión tras observar que, cuando estas aves canoras mudan su plumaje, el mercurio en sangre desciende rápidamente al mismo tiempo que las concentraciones en otros tejidos se reducen notablemente.

Mayor eliminación de mercurio que otras aves

“No fue una sorpresa que la muda del pelaje acelerase la eliminación del mercurio, pero no esperábamos que los datos fueran tan diferentes de los observados anteriormente en otras especies de aves no canoras”, asegura Margaret Whitney, coautora del trabajo e investigadora en el College of William & Mary (EE UU).

Este beneficioso proceso, junto a la migración de las aves hacia lugares no contaminados, podría ayudar a los pájaros a lidiar con la exposición a elementos tóxicos.

“Comprender las diferencias entre las especies y cómo contribuye la muda a la eliminación del mercurio, puede mejorar las evaluaciones del riesgo”, concluye Whitney.

Referencia bibliográfica:

M. Whitney, D. Cristol. «Rapid depuration of mercury in songbirds accelerated by feather molt». Environmental Toxicology & Chemistry, 20 de julio de 2017. DOI: 10.1002/etc.3888

Los comentarios están cerrados.