Maizal en Ghana / Marloes van Loon

Maizal en Ghana / Marloes van Loon


Los países del África subsahariana producen el 80% de los cultivos que necesitan para vivir. Su cultura eminentemente agrícola depende en gran parte de sí misma para subsistir. Sin embargo, esta autosuficiencia puede cambiar en los próximos años de forma drástica. Las estimaciones de crecimiento de la población para estos países se sitúan en un 250% de cara a 2050. Esto significa que el consumo se triplicará, según esos datos de crecimiento. Sin embargo, no parece que las tierras de cultivo de la zona puedan hacer frente a esa demanda.

Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Nebraska-Lincoln, la Universidad de Wageningen (Holanda) y varias instituciones africanas apunta que, si todo continúa como en los últimos 25 años, las tierras de cultivo de la región solo podrán producir entre un tercio y un 50% del grano necesario para toda la población a mitad de siglo.

La mejora en la producción agrícola ha de hacerse sin impacto en el medioambiente de la zona

Para los autores, mantener siquiera ese 80% de autosuficiencia requiere de una optimización de los métodos actuales de cultivo y de una “revolución verde” similar a la que dinamizó la productividad agrícola en los EE UU y en algunos lugares de la India a mediados del siglo XX, pero todo ello intentando que estos métodos no tengan un impacto medioambiental negativo.

“Se deberían usar variedades de cereales adaptadas a las condiciones locales, mejorar la fertilización usando fertilizantes orgánicos y minerales, e integrar el control de malas hierbas, plagas y enfermedades de las plantas para mejorar la producción”, declara a SINC Martin van Ittersum, uno de los autores del estudio. “Además, hay zonas en las que, si se usan las variedades adecuadas de cereal, se pueden cultivar varias veces al año”.

La importancia de realizar esta evolución de forma sostenible es vital para mantener el ecosistema de la región. Son muchas las zonas que se han visto deforestadas para convertirse en tierras de labranza y podrían crecer aún más si no logran aumentar su producción. Esto derivaría, no solo en la pérdida de la biodiversidad de la zona, sino también en el incremento de la emisión de gases de efecto invernadero.

Sin embargo, a pesar de todos estos esfuerzos, el estudio destaca que la brecha en la producción para abastecer la demanda posiblemente no se reduzca. Por ejemplo, el cambio climático y su influencia en las cosechas podrían dificultar aún más el problema.

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Granja en Ghana / Lenny van Bussel

Un desafío global

El problema de la comida y el incremento de la población no se encuentra solo en África. Se espera que la demanda global aumente en un 60% también en 2050. Un desafío al que todos tendrán que hacer frente, especialmente en el subcontinente africano.

¿Qué pueden hacer los países enriquecidos para ayudar a mejorar esta situación sin incrementar el impacto medioambiental de la zona? En palabras de Martin van Ittersum a SINC: “Invertir en investigación y desarrollo en África junto con las instituciones locales, además de mejorar la capacitación de científicos africanos en esta materia para que luego puedan poner en práctica sus conocimientos en África».

También hace hincapié en la importancia de evitar lo máximo posible el impacto medioambiental: “Tenemos que aprender de los errores que se cometieron tanto en Europa como en Asia. Evitar la sobrefertilización, buscar un equilibrio en la producción y usar los recursos de la forma más eficiente”.

Referencia bibliográfica:

Van Ittersum, Martin K. et al. “Can sub-Saharan Africa feed itself?”. PNAS: Proceedings of the National Academy of Sciences http://www.pnas.org/cgi/doi/10.1073/pnas.1610359113

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