Alberto Ramírez Martinell

Alberto Ramírez Martinell


Xalapa, Ver.- En materia de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), el Modelo Educativo 2016 de la SEP, no es innovador, no es pertinente ni responde a las necesidades de hoy en día y bien pudo haber sido propuesto hace 15 años, planteó Alberto Ramírez Martinell, del Programa de Investigación e Innovación en Educación Superior (PIIES) de la Universidad Veracruzana (UV).

El investigador participó en el Foro de Análisis de la Propuesta del Modelo Educativo 2016 y ahí presentó un análisis de la presencia de las TIC en los tres documentos rectores de la propuesta del Modelo Educativo Mexicano para Educación Básica y Media Superior 2016.

“Tiene un atraso de 15 años en lo relativo a las TIC”, subrayó, y citó que fue precisamente a principios de siglo cuando la política federal estaba orientada hacia el equipamiento tecnológico de los establecimientos escolares, con programas como Enciclomedia.

“Los saberes digitales de los estudiantes y docentes de la educación básica y media superior no han sido definidos antes ni en el presente modelo, por lo que la transversalización de las TIC en los planes de estudio y en el marco curricular común no se verá reflejada debido a las carencias del Modelo Educativo 2016.”

Opinó que en los tres documentos que integran dicho modelo –“Los fines de la educación en el siglo XXI”, “El Modelo Educativo 2016” y “Propuesta curricular para la educación obligatoria 2016”– se encuentran como ideas recurrentes a los cambios globales, a la sociedad del conocimiento y al aprendizaje para el siglo XXI; sin embargo, éstas no solamente no trascienden el discurso político sino que no se desarrollan, se diluyen a lo largo del texto y no sirven para orientar correctamente la propuesta de incorporación de las TIC al sistema educativo mexicano.

“Sin claridad en lo que los estudiantes y docentes deben saber de TIC –dependiendo del nivel educativo en el que se encuentran–, no se podrá orientar la formación ni la capacitación de docentes en el tema de tecnología digital ni lo concerniente a un equipamiento tecnológico pertinente; tampoco se logrará incorporar a las TIC de forma transversal en los programas educativos del sistema, dejando a los egresados de cada uno de los niveles educativos igual que en los modelos anteriores.”

En el documento “Los fines de la educación en el siglo XXI”, dijo, al revisar la presencia de las TIC en los logros esperados por nivel educativo, en preescolar no se consideran; mientras que en primaria, secundaria y educación media superior, la intención de su uso se dirige hacia la exploración y comunicación.

“La intención de uso de las TIC no es innovadora ni coherente con las necesidades de una sociedad del conocimiento”, recalcó. Es más, “la definición de los logros esperados de los egresados de cada nivel educativo no esbozan siquiera los rasgos tecnológicos mínimos de los estudiantes del siglo XXI”.

El documento “La propuesta curricular para la educación obligatoria 2016” deja en evidencia que “siguen estando lejos de una incorporación transversal en la educación básica y media superior mexicana”.

Mientras que en el documento “El Modelo Educativo 2016”, los requerimientos de la educación del siglo XXI no han sido definidos ni plasmados en los planes de estudio de la educación básica, tampoco en el marco curricular común de la media superior.

“No hay lineamientos claros ni definiciones precisas sobre lo que se busca desarrollar en los estudiantes en materia de TIC.”

Citó que en lo referente a la infraestructura y equipamiento de los espacios escolares, hay prioridad en 35 mil Escuelas al Cien –programa de rehabilitación y mejoramiento del gobierno federal– y no en la detección de necesidades en materia tecnológica y su respectiva atención.

Para el investigador del PIIES de la UV, éste es el documento más alejado de las TIC.

“Las TIC, como herramientas o plataformas para la comunicación, la oferta de materias relacionadas con tecnologías digital alejadas de los aprendizajes clave, la capacitación de docentes sin una orientación tecnológica clara y el equipamiento azaroso de los recintos educativos, son problemas de tiempo atrás que no fueron resueltos con oportunidad y probidad; ahora, más que ser propuestas innovadoras representan un lastre en el sistema educativo mexicano”, concluyó.

Para ver la participación íntegra de Alberto Ramírez Martinell puede consultar el enlace https://youtu.be/109Eeg1fXWU

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