Un equipo multidisciplinario e interninstitucional inició actividades en México con la intención de recuperar la existencia del pez blanco en el país, una especie de la cual se encontraron pocos ejemplares, pero que no se puede declarar en peligro de extinción, precisamente por falta de estudio.

De hecho, uno de los nichos naturales de la especie fue el Lago de Xochimilco, pero desapareció definitivamente de este hábitat  en 1956.

El pez blanco Chirostoma humboldtianum ha sido por siglos un recurso alimentario para grupos étnicos como los nahuas, purépechas y mexicas, constituye una parte importante de la cultura de estos grupos y de todos los mexicanos y forma parte de la gran biodiversidad del país, “de la cual debemos enorgullecernos. Estamos obligados a rescatar el conocimiento de esta especie y darle el valor que merece”, refirió la doctora Irene Barriga Sosa, coordinadora del proyecto.

El estudio del pez blanco inició con el Chirostoma humboldtianum, considerada como la especie que dio origen a las diferentes especies de peces blancos, a saber, Chirostoma estor, Chirostoma promelas, Chirostoma sphyraena y Chirostoma lucius, y los primeros trabajos para su caracterización se realizan en la Planta Experimental de Producción Acuícola (PEXPA) de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Chirostoma humboldtianum es la única especie de pez blanco con el mayor rango de distribución a lo largo del sistema Lerma-Santiago, las seis poblaciones que se estudian en este Proyecto se distribuyen desde el Alto Lerma (al sur de Nayarit), el Medio Lerma (Michoacán y Estado de México), y el Bajo Lerma (Estado de México).

Aprobado y financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el estudio sobre Chirostoma humboldtianum lo realiza un equipo interdisciplinario de investigadores para su caracterización genética, que comprende: el estudio de la estructura de sus espermatozoides y ovocitos; su reproducción; el estado embrionario, juvenil y adulto; alimentación y funcionamiento del tracto digestivo; ecomorfología, y procedimientos para resguardar sus gametos como recurso genético.

El conocimiento profundo del pez blanco Chirostoma humboldtianum se dirige a objetivos esenciales de aplicación: la conservación del pez en su hábitat; la preservación de gametos de individuos de esta especie en el Centro Nacional de Recursos Genéticos (CNRG), y el cultivo de la especie con fines productivos, informó la doctora Irene Barriga Sosa, coordinadora del proyecto.

Los resultados de los estudios mencionados servirán para proponer poblaciones con caracteres genéticos específicos para su conservación y para el cultivo, porque para cada caso se requieren características diferentes.

En el ámbito de la conservación se debe mantener mayor diversidad genética para lograr la adaptación al medio, y para el uso productivo se seleccionan caracteres que se busca se fijen y que estén relacionados con sustentar la explotación de este recurso, explicó la especialista.

Aunque la especie goza de gran plasticidad genética y fenotípica, es muy delicada, y sus poblaciones han disminuido por impactos antropogénicos: extracción de mantos acuíferos, sobreexplotación y contaminación de los cuerpos de agua que habitan.

No es considerada oficialmente como especie en extinción porque no existe información al respecto, pero las colectas realizadas para los estudios del Proyecto arrojaron pocos individuos, algunos de talla baja, apuntó la lider del proyecto.

La investigadora del Departamento de Hidrobiología de la Unidad Iztapalapa considera pertinente la realización de un monitoreo continuo a las diferentes poblaciones para conocer con precisión el impacto que le han causado las actividades humanas y definir su estatus en relación con los riesgos de extinción.

Para conocer la vida de estos organismos, refirió la doctora Barriga Sosa, se estudió el ciclo completo de la especie en la PEXPA, espacio donde se han generado crías que se están llevando a etapas juveniles y adultas para su reproducción, un proceso complicado porque la especie se alimenta de zooplacton, es carnívora, y tuvo que proporcionársele una dieta proteínica específica para su desarrollo, en condiciones de laboratorio.

En este proceso se revelan aspectos importantes de su estado embrionario; se determinan tiempos y condiciones óptimas para el desarrollo de las larvas; se reconoce la relación entre la forma del organismo y su nicho trófico; y el funcionamiento de su tracto digestivo; conocimiento indispensable para diseñar la dieta que coadyuve al cultivo de la especie. 

Se investiga también la forma y característica de los espermatozoides y ovocitos con la finalidad de su salvaguarda como recurso genético, sobre este tema, la maestra Irma Urbina, estudiante del doctorado en Ciencias Biológicas y de la Salud realiza su tesis, la cual tiene como finalidad definir el mejor procedimiento (criopreservación o vitrificación) para resguardar los gametos de esta especie.

Anunció que a mediano y largo plazo el objetivo es extender este tipo de estudios a otros miembros del género porque es un grupo endémico del territorio nacional con atributos ecológicos y evolutivos de gran impacto para la ciencia, el medio ambiente y la cultura, así como recurso alimenticio y económico de distintas poblaciones humanas.

Colaboran en este Proyecto los doctores Cecilia Hernández –en aspectos de desarrollo embrionario–, Omar Mejía –genetista especialista en especies endémicas–, y Joel Paulo Maya –experto en ecomorfología–, todos investigadores de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional.

Por la UAM, los doctores Gerardo Figueroa, responsable de los aspectos del cultivo en la PEXPA; Abraham Kobelkowsky, quien contribuye con los estudios relativos a la anatomía del aparato digestivo de la especie, y la maestra Laura Núñez, responsable del cultivo de alimento vivo para la especie en la PEXPA.

De la Universidad Autónoma de Aguascalientes, el doctor Luis Arredondo Figueroa, fundador de la PEXPA, quien realiza protocolos para la conservación de la especie en cuerpos de agua que emulen a los naturales, y del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR), La Paz; el doctor Francisco García de León, especialista en paisaje genético y genética molecular.

Además de una decena de tesistas de licenciatura, maestría y doctorado que resuelven diferentes aristas de esta investigación.

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