Girolamo Fracastoro, Titian, 1528

Girolamo Fracastoro, Titian, 1528


Girolamo Fracastoro, nació en Verona, República de Venecia, el 17 de marzo de 1478. En un principio estudio leyes en Bologna, para luego ingresar a la Universidad de Padua alrededor del 1501, donde estudio matemáticas y filosofía, así como medicina.

Entre las muchas enfermedades que Fracastoro atendió, había una que parecía nueva. Horrible en la mayoría de sus síntomas, se hablaba de ella a lo largo de toda Europa, pero con distintos nombres: «La enfermedad española» o la «picazón napolitana» entre otros. A través del siglo XVI ya se manejaba un término común, «el mal francés».

Fracastoro le dio el nombre que pervive hasta la actualidad: sífilis.

En 1521, en su obra poética de unos 1,300 hexámetros en latín titulada: “Syphilis sive morbi gallici…” (Sífilis o del mal francés…”) describió los síntomas y los métodos de tratamiento para esta enfermedad de transmisión sexual, que él denominó “sífilis” basándose en la mitología griega donde el pastor Syphilus quien infiel al dios Sol es castigado con las inmundas llagas de la nueva enfermedad, siendo el primero en portar este mal.

El poema fue traducido a varias lenguas y publicado en más de 100 ediciones. Su extensa distribución , atestiguaba sobre la prevalencia y severidad de la enfermedad.

En 1546, en su libro: “Contagium” sostiene que todas las epidemias son transmitidas por organismos vivos y exige el aislamiento de los enfermos y la fumigación de los objetos que han estado en su contacto. La suya era una visión, definitivamente, muy avanzada.

Sobre la sífilis, ya desde un siglo antes, entre 1429 y 1431, hay referencias en escritos italianos y suizos lo que echaría por tierra alguna referencia a su origen americano, aunque su brote epidémico se declaró en 1500.

Por eso fue que cada nacionalidad le echó la culpa a otra de ser el origen del mal, y en consecuencia las distintas denominaciones que recibía: mal francés o mal napolitano, mal de las bubas, mentulagra, lúes y pudendagra (palabra híbrida del latín, pudenda-órganos genitales externos y del griego ayra-ataque).

Afamado y celebrado por sus actividades académicas, Fracastoro fue honrado por príncipes y solicitado por los clérigos.

Por un tiempo, el Papa Pablo III lo nombró medicus ordinarius, con el cual, recomendó mover el Concilio de Trento a Bologna, para así evitar la plaga.

Pero Fracastoro pronto volvió a su país estado, donde falleció de un infarto el día 8 de agosto de 1553, a la edad de 75 años. En un plazo de 2 años, los veroneses lo honraron con un monumento de piedra en la Plaza de los Señores.

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