Pese a que Veracruz es la tercera entidad con mayor biodiversidad en el país, todos sus ecosistemas se encuentran en riesgo, destacó Santiago Mario Vázquez Torres, investigador del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana (UV), durante la conferencia “Importancia de la conservación de la vida silvestre: una propuesta para las cuencas de los ríos Nautla, Misantla y Colipa”.

“Desde la perspectiva científica, la situación naturalista de nuestro país es un desastre, y de esto la ciudadanía no se escapa; ya en Veracruz tenemos la más alta tasa de destrucción de nuestro entorno natural, en comparación con el resto de los estados del país”, lamentó.

La región de Los Tuxtlas es una de las regiones en donde se observa el grado de afectación, dicha zona es limitada por el eje volcánico, tiene una superficie de casi seis mil kilómetros cuadrados (8.4 por ciento del territorio estatal) y alberga 555 mil habitantes, distribuidos en 28 municipios.

“Posee una gran cantidad de ecosistemas y concentra una riqueza biológica”, que se demuestra al tener más de dos mil especies de plantas que representan 25 por ciento de toda la riqueza vegetal de la entidad, de las cuales 50 están registradas en distintas categorías en riesgo de desaparecer.

Agregó que hay 330 especies de helechos y plantas afines, que representan 56 por ciento de todos los existentes en territorio veracruzano; sin embargo, poco más de 20 están en peligro.

Mencionó además que cuenta con 85 especies de mamíferos, 28 de los cuales también pueden desaparecer; 64 de las 300 especies de aves están en la misma situación; poco más de 50 por ciento de los 200 anfibios y reptiles de la zona están en alguna categoría en peligro de extinción. “Algunas de las áreas verdes de la zona han sobrevivido gracias a la difícil accesibilidad”.

Dijo también que “algunas especies propias de la localidad han tendido a desaparecer, como el caso de los acamayos, el pez bobo y los cachichines (árbol propio de la región), que ya se ven muy poco”.

Aseveró que la problemática ambiental que tienen Los Tuxtlas está ligada a la deforestación incontrolable, al alto grado de contaminación de aguas y suelos, erosión de ecosistemas, pérdida de suelo y biodiversidad, mal manejo de recursos renovables y no renovables, carencia de conciencia social generalizada, desatención gubernamental, mínimo conocimiento científico, agricultura y ganadería extensiva, entre muchos otros.

Ante tal situación, indicó que más allá de que las autoridades e investigadores apliquen medidas precautorias, depende de la gente que vive en el lugar conservar las especies y mantener las condiciones que aseguren los sistemas productivos, “tiene que ser el punto de partida para una sustentabilidad social”.

Finalmente, expresó que esta cuestión que pudiera observarse como fatalista, puede ser el momento idóneo para la conjunción de compromisos e intereses no sólo de los pobladores, sino de las personas interesadas en defender la biodiversidad.

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