Estación Espacial china Tiangong 1 desintegrándose en su reentrada a la Tierra

Estación Espacial china Tiangong 1 desintegrándose en su reentrada a la Tierra


La primera estación espacial experimental de China, la Tiangong-1 (en chino, «Palacio estelar-1»), se precipitará a la Tierra entre los días 24 de marzo y 9 de abril, en un lugar aún indefinido, que va desde el sur de Estados Unidos hasta Brasil, en lo que corresponde a América, y que implica también a todo África, según la última predicción realizada el 7 de marzo por The Aerospace Corporation. La causa del reingreso, es que se perdió control sobre la misma y cada vez pierde más altitud.

El anuncio lo realizó la oficina de residuos del espacio de la Agencia Espacial Europea (ESA), la cual puntualizó que aún no se puede definir el punto de reentrada, pero también mencionó que la probabilidad de que algún residuo de la estación espacial llegue a Tierra es muy lejana.

El laboratorio orbital con una longitud de 10.4 metros, un diámetro de 3.3 metros y un peso de 8.5 toneladas, está compuesto por dos cilindros de un tamaño similar: en uno se encuentra un módulo de servicio y en el otro un módulo de experimentación. Además tiene dos paneles solares de tres metros de ancho y siete de largo.

Se espera que se desintegre por la fricción con el aire de la atmósfera y que sus restos caigan en una amplia elipse de miles de kilómetros de largo y decenas de kilómetros de ancho. Entre las dificultades que impiden afinar más las predicciones, está la complejidad de hacer modelos del comportamiento de la atmósfera, la dinámica del objeto y las limitaciones en el seguimiento de la Tiangong-1.

Tiangong 1, todavía en sus condiciones actuales, completa una órbita alrededor de la Tierra cada hora y media, aunque pequeños cambios de orientación o en la densidad de la atmósfera pueden hacer variar mucho su trayectoria de descenso. Jonathan McDowell, astrofísico de la Universidad de Harvard, señaló que la nave se aceleró en los últimos meses y que, ahora, cae aproximadamente seis kilómetros por semana, en comparación a los 1.5 kilómetros que descendía en octubre de 2017.

El laboratorio espacial Tiangong–1 fue lanzado al espacio por la Administración China del Espacio (CNSA) el 29 de septiembre de 2011, desde el centro de lanzamiento de satélites de Jiuquan, en el desierto de Gobi, Mongolia, China, a bordo de un cohete chino Long March 2F (el mismo que usaron para poner en órbita las naves espaciales Shenzhou). Tiangong–1 tiene.

En marzo de 2016 la oficina de ingeniería espacial china anunció que la misión del laboratorio espacial había finalizado. Desde entonces, se esperaba que a inicios de 2018 cayera a la Tierra para desintegrarse en la atmósfera. Los cálculos de la agencia espacial indican que su entrada en la atmósfera será “en cualquier lugar entre los 43 grados norte y los 43 grados sur”, y algunos restos podrían no desintegrarse por completo. La ESA advierte que no se podrá conocer el lugar exacto de su entrada hasta días o incluso horas antes de que suceda.

China espera tener lista su nueva estación espacial tripulada para la próxima década.

Tiangong-1 fue la primera estación que China puso en órbita. Estaba destinada a funcionar durante dos años, hasta 2013, y albergó una misión no tripulada (en noviembre de 2011) y dos tripuladas (en junio de 2012 y junio de 2013); pero sus responsables decidieron mantenerla en órbita en suspensión para recabar más información sobre sus componentes. En 2013 la sustituyó Tiangong-2, por lo que desde entonces no la ha pisado ningún astronauta. Este fue el primer paso para su ambicioso objetivo de tener una estación espacial permanente en el espacio en 2020, la cual busca por estar excluida de la Estación Espacial Internacional, principalmente por los Estados Unidos.

Sin embargo, a mediados de 2016, aficionados al seguimiento de satélites advirtieron que Tiangong-1 había empezado a dar tumbos sin control. Pero fue hasta meses más tarde que China admitió haber perdido el contacto con Tiangong-1 y que anunció que no podría hacer un ingreso controlado. La aeronave orbitaba entre 330 y 390 kilómetros por encima de la Tierra. A esa altitud, el choque continuado con las partículas de las capas más altas de la atmósfera la frenaba y la hacía descender, por lo que los responsables tenían que ajustar su altura periódicamente para mantenerla en órbita. Según The Aerospace Corporation, el último ajuste que se realizó a la Tiangong 1 se produjo en diciembre de 2015. En noviembre de 2016 ya había descendido a 280 kilómetros de altura.

No es la primera vez que una estación orbital cae sin control sobre la Tierra. El 11 de julio de 1979 se estrelló en Perth, Australia, la estación Skylab de la NASA, de 77 toneladas, que es el mayor objeto humano puesto en el espacio que se ha estrellado contra la tierra, el cual se desplomó de forma parcialmente controlada. Y en 1991 el complejo formado por la estación soviética Salyut-7 y el módulo Cosmos 1686, que sumaban 40 toneladas, cayeron sobre el Pacífico. A su lado, las 8,5 toneladas de Tiangong-1 son una miniatura. Los expertos remarcan que en toda la historia de la exploración espacial solo una persona ha resultado golpeada por escombros espaciales y, afortunadamente, no resultó herida.

Millones de veces más improbable que un rayo

Afortunadamente, dado que la mayor parte de la Tierra está cubierta por agua o está inhabitada, las probabilidades de que el laboratorio golpeé a alguien son, según la ESA, «10 millones de veces menores a la probabilidad anual de ser alcanzado por un rayo».

Además, se considera que la nave espacial ya pesa menos de las 8.5 toneladas que tenía originalmente, a causa del consumo del combustible, por lo que «tendría una masa comparable a la de los satélites fuera de servicio que hacen reentradas no controladas un par de veces cada mes», según la ESA.

A pesar de todo, China notificó a la Oficina para Asuntos del Espacio de Naciones Unidas (UNOOSA) acerca de la reentrada, y solicitó, a través de un organismo coordinador formado por importantes agencias como la NASA, la ESA y Roscosmos, un seguimiento internacional del aparato.Área de posible impacto de la estación espacial China

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