Los perros aprenden a asociar palabras con objetos de una manera diferente a la de los humanos, tal y como indica un estudio publicado esta semana en la revista PLOS ONE. A diferencia del hombre, que hace la asociación basándose en la forma del objeto, ellos se basan en la textura y el tamaño.

Estudios previos muestran que cuando a niños de entre dos y tres años se les presenta un objeto con forma de pelota, lo identifican como pelota, cosa que no ocurre cuando se les muestran objetos con tamaños y texturas similares a los de una pelota.

En este nuevo trabajo, los investigadores han utilizado a Gable, un border collie de cinco años, para averiguar si los perros asocian palabras con objetos de la misma manera que los seres humanos.

Tras un breve entrenamiento, Gable aprendió a relacionar el nombre de un objeto con su tamaño e identificó objetos de tamaños similares por el mismo nombre.

Después de un periodo de entrenamiento más largo, aprendió a asociar una palabra con objetos de texturas similares, pero no de formas semejantes.

El objeto dax

El experimento consistió en enseñar a Gable a identificar un objeto al que se le dio el nombre arbitrario de dax. A continuación se seleccionaron otros nueve objetos con formas, texturas y tamaños diversos.

El objeto dax se colocó en cada ocasión emparejado con uno de los otros nueve y el perro tenía que identificar el verdadero. El animal identificó como dax aquellos objetos que tenían texturas y tamaños parecidos.

El estudio revela por tanto que los perros, o al menos Gable, relacionan palabras y objetos de un modo diferente al de los humanos, cosa que, según los autores, puede deberse a diferencias en la manera en que se ha desarrollado en ambas especies la percepción de la forma, el tamaño y la textura.

Los responsables de la investigación aseguran que mientras “la forma es importante para nosotros, para nuestro perro importa más el tamaño o la textura. El estudio muestra por primera vez que hay una diferencia cualitativa en la comprensión de palabras de los perros comparada con la de los humanos”.

Referencia bibliográfica:

Emile van der Zee, Helen Zulch, Daniel Mills. “Word Generalization by a Dog (Canis familiaris): Is Shape Important?”. PLOS ONE 7(11):doi:10.1371/journal.pone.0049382

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