NASA/JPL-Caltech

NASA/JPL-Caltech


 Tras varios días de retraso (la fecha original era el 2 de junio), la NASA ha realizado por segunda vez las pruebas de vuelo con el platillo volador LDSD (Desacelerador Supersónico de Baja Densidad), que pretende ser clave para futuras expediciones humanas a Marte.

El ensayo consistía en la elevación del platillo en un globo gigante de helio hasta 35,000 metros (el límite entre la atmósfera y el espacio) con condiciones parecidas a la fina atmósfera de Marte, para acelerarse a velocidades supersónicas, cercanas a tres veces la velocidad del sonido, el desacelerador con forma de tubo, debía inflarse y frenar el vehículo. Luego, a Mach 2,35 su paracaídas se tenia que inflar para frenar el vehículo y ya desplegado depositarlo en el Océano Pacífico.

El problema surgió cuando el paracaídas gigante, de más de 30 metros, sufrió un desgarro.

El objetivo de este vuelo era probar dispositivos de aterrizaje interplanetarios, ya que a medida que la NASA planee misiones robot a Marte cada vez más ambiciosas, también se prepara el terreno para futuras expediciones científicas con seres humanos, porlo que las misiones requerirán naves espaciales más grandes y más pesadas. El objetivo del proyecto LDSD es ver si el vehículo de prueba de vanguardia, impulsado por un cohete, funciona tal como fue diseñado; en el espacio cercano a altos números de Mach.

«Paracaídas desplegado, pero no se infla. Vamos a estudiar los datos de esta prueba para aprender y mejorar» fue la reacción en Twitter de la agencia.

 

 

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