El cerebro de Broca es un libro escrito por Carl Sagan formado por discursos o artículos publicados entre 1974 y 1979 en muchas revistas incluyendo Atlantic Monthly,New RepublicPhysics TodayPlayboy, y Scientific American.

El libro lleva su nombre en honor al físico, anatomista y antropólogo francés, Paul Broca (1824-1880). Generalmente se recuerda a Broca por sus intensan investigaciones sobre las funciones fìsicas y su correspondencia en la anatomìa del cerebro. Él supuso que estudiando el cerebro de cadáveres y relacionándolo con las conductas conocidas del antiguo dueño del órgano podría entenderse plenamente el comportamiento humano. Con ese fin conservó cientos de cerebros humanos en jarros de formaldehído, nicho en donde termino el suyo.

Las páginas de este libro narran la visita de Sagan al Museé de l’Homme, al tener el frasco entre sus manos reflexiona sobre cuestiones existenciales que desafían algunos prejuicios sobre el ser humano, como por ejemplo ¿Cuánto de aquel hombre conocido como Paul Broca puede persistir todavía en este frasco?, una pregunta que evoca argumentos tanto científicos como religiosos.

The famous scientist and popularizer of science poses in his Cornell lab circa 1974

Una gran parte del libro está dedicada a desacreditar el trabajo de los «fabricantes de paradojas», como llama a los divulgadores de la pseudociencia, ya sea quienes se encuentran alborde de las disciplinas científicas o simplemente son rotundos charlatanes. Un ejemplo de esto es la controversia alrededor de las ideas de Immanuel Velikovsky, tal como las presenta en el libro Worlds in collision. Otra gran parte del libro discute los convencionalismos en la nomenclatura de los miembros de nuestro sistema solar, así como sus características físicas. Sagan también expone sus puntos de vista sobre la ciencia ficción, mencionando especialmente a Robert A. Heinlein, quien fue uno de sus escritores favoritos durante su infancia.

Las experiencias cercanas a la muerte, y sus controversias culturales también son discutidas en el libro, así como la crítica y refutación de las hipótesis desarrolladas en el libro de Robert K. Temple The Sirius mystery (‘el misterio de Sirio’, acerca del supuesto conocimiento astronómico del pueblo dogón, en África) publicado tres años antes, en 1975.

Una lectura que se recomienda ampliamente y que se puede descargar aquí.

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