Virus del VIH

Virus del VIH


Un estudio desarrollado por un equipo de investigadores del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona y del Instituto de Estudios de Alcohol y Drogas de la Universidad de Valladolid apunta que los pacientes dependientes a opiáceos coinfectados con VIH y hepatitis C y que reciben terapia sustitutiva requieren dosis más altas de metadona que aquellos no infectados.

El trabajo se enmarca en el proyecto PROTEUS, una investigación que surgió en 2009 debido a la necesidad de disponer de datos epidemiológicos de pacientes dependientes de opiáceos, centrado concretamente en conocer más sus tratamientos, así como sus comorbilidades médicas y psiquiátricas.

Como explica Carlos Roncero, jefe de Sección de Adicciones y Patología Dual del hospital catalán, no existían datos completos significativos de los pacientes españoles, por lo que se seleccionó una muestra representativa a nivel nacional, recopilando finalmente información de 624 pacientes dependientes a opiáceos procedentes de 74 centros de asistencia de toda España.

“Por los años en que se hizo este estudio, al 96% de los pacientes se le suministraba metadona mientras que solo un 4% tomaba buprenorfina u otros fármacos opiáceos, que estaban en aquel momento en experimentación”, señala.

Los primeros trabajos en torno al proyecto versaron sobre epidemiología, conducción y problemas legales de los pacientes o comorbilidades psiquiátricas, es decir, la existencia de más de un trastorno mental además de la propia dependencia a opiáceos, lo que está presente en 7 de cada 10 pacientes.

En 7 de cada 10 pacientes existen más de un trastorno mental además de la propia dependencia a opiáceos

En su último trabajo, los investigadores han reestudiado el gran subgrupo de pacientes tratados con metadona, un total de 621, para profundizar en las comorbilidades infecciosas, en concreto, se han centrado en la presencia de hepatitis C y VIH y en su relación con las dosis de metadona. La información sobre la coinfección VIH y hepatitis C estaba disponible para 376 pacientes, de los cuales 112 (29,8%) tuvieron esta coinfección.

“Ya existían algunos datos en la literatura en torno a que los pacientes con VIH y hepatitis C están en los grupos de dosis de metadona altas, lo cual en parte era lo que esperábamos porque sabemos que hay algunas interacciones con los fármacos antivirales. Conviene fijarse en las infecciones porque es más fácil encontrar personas infectadas con VIH y hepatitis C en este grupo”, afirma.

Una infección poco registrada

Otro de los hallazgos realizados gracias a la amplitud de la muestra y al carácter multicéntrico del estudio es que, para los pacientes cuyo estatus serológico se conocía, el 84% prácticamente eran virus C positivo, “una cifra altísima que está en los rangos superiores descritos en población española”.

Otro dato importante es que, al analizar el virus de la hepatitis C, faltaban datos de entre el 30 y el 40% de los pacientes. “Es decir, a pesar de ser una infección importante no estaba registrada adecuadamente”, precisa Roncero.

Tras este trabajo el equipo se centrará en un último punto dentro del proyecto PROTEUS, relativo a los problemas de sueño que presentan muchos pacientes dependientes de opiáceos.

“En torno a 1 de cada 3 tiene problemas de sueño asociados a la adicción, de hecho es la tercera comorbilidad psiquiátrica. Queremos revisar los problemas de sueño de los pacientes y asociarlos a algunas características clínicas, por ejemplo, a los distintos tratamientos, a otras enfermedades, etc.”, concluye.

Referencia bibliográfica:

Roncero, C., Fuster, D., Palma-Álvarez, R. F., Rodriguez-Cintas, L., Martinez-Luna, N., y Álvarez, F. J. (2017). “HIV And HCV infection among opiate-dependent patients and methadone doses: the PROTEUS study”. AIDS care, 1-6.

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