¿Y el fracking apá?

No fracking


Manuel Martínez Morales

Paisaje de escombro

donde hierve, estancada,

el agua de los colectores de las petroquímicas

y se deslíe hacia el mar

el rojo veneno de las montañas de fosfoyesos.

Antonio Orihuela

El viernes pasado, a la hora de la botana, la cantina “Las Glorias de Poncho el Sabio” parecía un palenque por el excepcional escándalo y barullo que armaban los parroquianos. Fue por eso que Mané titubeó antes de entrar, pensando que por equivocación había llegado a otra cantina pues en Las Glorias… era habitual que durante la botana del viernes social, él y sus amigos conversaran animadamente sobre temas científicos, sin alzar la voz ni recurrir al insulto fácil. Ello se debía a que ese día particular de la semana, el profesor Malacates acudía a tomarse unas chelonas acompañadas de su debida botana, siempre con su imprescindible portafolios bajo el brazo. Portafolios de donde, después de la segunda ronda, extraía la revista Muy Impresionante la cual –según el Profe- contenía los más recientes avances de la ciencia y la técnica expuestos en un lenguaje sencillo, ilustrado con imágenes que hasta el Chon Tepochas –decano de la cantina- podía entender.

Al unirse Mané a aquel escandaloso seminario de ilustres borrachos, escuchó al Chon Tepochas cuestionarle: ¿Verdad Mané, que el Estado de Veracruz se hundirá por efecto de la extracción del gas “chale”?

-¡Chale!-replicó Mané, si eso lo sabemos todos los veracruzanos; Veracruz no se hundirá, ya se hundió gracias al Tío Fide.

Entonces intervino el Profe desde su pedestal, aclarando:

-No Mané. El Chon no se refiere al desastre económico y social en que se encuentra nuestro Estado, sino a las consecuencias que tendrá la extracción del llamado gas shale, que no es otra cosa que lutitas (shale), formaciones geológicas de rocas de muy baja permeabilidad, es decir, donde los hidrocarburos quedan atrapados en la roca y no fluyen. Y los hidrocarburos, tanto de gas natural como de petróleo, son liberados gracias a un proceso llamado “fraccionamiento hidráulico” (hydraulic fracking) que aumenta la permeabilidad de las lutitas. El proceso de producción es el siguiente: una vez perforado un pozo a una profundidad de 2,000 a 2,500 metros, se hace una descarga eléctrica que expande momentáneamente la roca donde se encuentran los hidrocarburos. Esto aumenta significativamente su permeabilidad. Acto seguido se inyecta una solución especial que mantiene temporalmente abiertos los canales para que fluyan los hidrocarburos a la superficie para su producción.

-¡Turbo cabrón, amigo!- gritaron los ebrios al unísono, quienes ya iluminados por varios vasos del transparente Bacalao sin espinas, creían comprenderlo todo. Así pasa siempre, antes del cuarto trago el borracho es presa de una súbita lucidez que le hace creer que todo es claro y transparente como el Baca, antes de deslizarse a las profundidades de la inconsciencia.

-¡Qué no panda el cúnico- alertó Malacates, miren ustedes: Los hidrocarburos provenientes de lutitas juegan un papel fundamental en la explotación de fuentes de energía a partir de aquellas. Por ejemplo, en 2012 el estado de Dakota del Norte se convirtió en el segundo productor de petróleo de Estados Unidos, cuando hace apenas 10 años el estado no figuraba en el mapa de hidrocarburos.

Y México se ubica como el sexto país con mayores recursos técnicamente recuperables de aceite y gas de lutitas y el octavo de petróleo de lutitas. El potencial de explotación alcanza los 13.1 miles de millones de barriles.

Iren este mapa, dijo Tepochas: los grandes yacimientos de lutitas en México se ubican precisamente a lo largo de la franja costera del Golfo de México, desde Tamaulipas hasta Tabasco.

-Y eso, ¿no significa que ahora sí nos haremos ricos explotando esos yacimientos?- preguntó Mané.

-Nada de eso mi ebrio amigo, el alcohol te hace alucinar- respondió Malacates, esos yacimientos, gracias a la cacareada reforma energética, ya se están ofreciendo al mejor postor, o séase a las grandes compañías transnacionales. Pero lo peor es que para extraer el gas shale se emplea el método “fracking”, que implica posibles riesgos ambientales y de salud asociados al fraccionamiento hidráulico en la producción de hidrocarburos. Los temas principales de ese debate son tres: 1) La contaminación de mantos acuíferos; 2) El uso intensivo del agua empleada en el proceso; y 3) Los terremotos generados al romper la roca del subsuelo.

Estos temas reflejan una creciente preocupación ambiental acerca de esta tecnología, que ha llevado a países como Francia y Bulgaria –con las mayores reservas del gas de lutitas en Europa– a prohibir el fracking. Aunque en nuestro país las autoridades se hacen de la vista gorda, mediante alguna mordidita, y ya han otorgado concesiones a diversas corporaciones para la perforación de cientos de pozos en territorio veracruzano empleando el fracking, valiéndoles madre el cuidado del medio ambiente y el bienestar de los veracruzanos, concluyó el Profe.

Ahi’tá, dijo Tepochas con incoherencia típica, tons si se explotan los yacimientos del gas chale en Veracruz, por los efectos del “fucking”, ¿el Estado completito se hundirá, se lo tragará la tierra, o un maremoto lo desaparecerá del mapa?… ¡hic!

En esos momentos el cantinero servía ya la sexta ronda y tan ilustrativa charla derivó en las inofensivas ocurrencias e incoherencias con las que termina toda plática de borrachos.

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