Imagen artística de un magnetar- Nanda Rea y Jeff Michaud

Imagen artística de un magnetar- Nanda Rea y Jeff Michaud


La noche del 14 de julio de 2011, una repentina erupción de rayos gamma provenientes de ‘»SWIFT J1822.31606′» fue observada por el instrumento BAT (Burst Alert Telescope) del satélite Swift de la NASA.

La inusual erupción llamó la atención de la comunidad científica internacional y los investigadores dirigieron los instrumentos espaciales de rayos X hacia esa zona para realizar un programa de monitorización del objeto durante varios meses.

Al telescopio espacial Swift se le unieron Chandra, RXTE, Suzaku y XMMNewton, además de que se hicieron observaciones complementarias en el óptico con el Gran Telescopio de Canarias y en el infrarrojo con el Telescopio Infrarrojo UK, en el Observatorio de Mauna Kea, las cuales corroboraron la idea de que podría tratarse de un magnetar.

Un año después, el 16 de julio de 2012, un grupo internacional de investigadores anunció que habían descubierto el segundo magnetar anómalo del Universo (SWIFT J1822.31606), una estrella de neutrones ubicada a 16,300 años luz de la Tierra en la constelación de Sagitario, tanto en una conferencia de prensa encabezada por Nanda Rea, líder del proyecto e investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), como en una publicación hecha en la revista científica ‘»Astrophysical Journal'».

Esta estrella, ubicada a16.300 años luz de la Tierra, en la constelación de Sagitario, tiene aproximadamente una vida de 550,000 años, ‘»un objeto relativamente joven del zoológico cósmico'», con una masa un poco mayor que la del Sol, son capaces de contenerla comprimida en un radio de aproximadamente 10 kilómetros, mientras que el Sol requiere de 696.000 kilómetros, según los investigadores.

El trabajo, según sus responsables, corroboraba la existencia de magnetares débiles, ‘»ya que éste es el segundo de su tipo que se ha logrado identificar'».

En concreto, el estudio ha sido realizado desde el Instituto de Ciencias del Espacio, centro mixto del CSIC y el Instituto de Estudios Espaciales de Catalunya.

Los magnetares son estrellas de neutrones con una masa un poco mayor que la del Sol.

La directora de la investigación, Nanda Rea, ha detallado que al contrario de lo que la teoría predecía sobre estos objetos, el magnetar ‘»muestra un campo magnético externo muy débil'».

‘»El análisis de los datos ha demostrado que es el segundo objeto de su clase con un campo magnético débil, similar en intensidad al de los púlsares'», aseveró al presentar el descubrimiento.

Hasta ahora se creía que los magnetares se diferenciaban de los radio púlsares por tener un campo magnético muy intenso.

‘»El descubrimiento de este segundo objeto con características de magnetar pero con un campo magnético de un radio púlsar fortalece la idea de que el comportamiento de tipo magnetar puede presentarse en un rango de objetos estelares muchos más amplio de lo que se creía en el pasado'», ha subrayado la responsable del proyecto.

El primero de los magnetares anómalo fue presentado el 1 de marzo de 2010, después de haber sido observado y estudiado por el Gran Telescopio CANARIAS (GTC) y se le dio el nombre de SGR 0418+5729.

Tras la detección de una serie de explosiones de SGR 0418+5729 por parte de los satélites de la NASA Fermi y Swift, el equipo de investigadores solicitó al GTC una observación óptica profunda del objeto.

La ocasión para observarlo llegó el 15 de septiembre de 2009, cuando el objeto era aún muy luminoso en rayos X. La emisión fue tan débil en el rango óptico que ni siquiera el instrumento OSIRIS, acoplado al mayor telescopio del mundo, fue capaz de capturarla. Sin embargo, la observación permitió a los astrónomos establecer la imagen óptica más profunda de las obtenidas hasta ahora para este tipo de fuente.

Contrariamente a lo que predecía la teoría, SGR 0418+5729, detectado en el 2010, presentó las erupciones violentas y repentinas en altas energías (gamma-ray bursts) típicas de un magnetar clásico pero ha demostrado tener un campo magnético muy débil en comparación con otros magnetares. Su campo magnético es tan bajo que los investigadores han podido estimar su edad en aproximadamente 550,000 años y deducir que es el magnetar más antiguo que existe hasta el momento.

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