Crecimiento económico, insuficiente para dar bienestar a la población


Después de un periodo en el que el crecimiento y la calidad del empleo se interpretaron como una resultante de políticas macroeconómicas oportunas y de un crecimiento económico vigoroso, se reconoce que el crecimiento económico, por sí mismo, no resuelve el acceso a un trabajo decente para toda la población, aseveró el doctor Thomas Wissing.

El director de la Oficina para México y Cuba de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dijo que los adeptos de políticas económicas ortodoxas reconocen los retos de la desigualdad, la informalidad, la generación y la calidad del empleo como temas centrales del debate sobre políticas públicas.

“El tema del trabajo decente, sin duda, formará parte explícita de la agenda para el Desarrollo Post-2015, donde el tema de un crecimiento incluyente y sostenible con pleno empleo para todos es una reivindicación central”, sostuvo.

En el marco de la presentación de los números 10, 11 y 12 de la  revista Trabajo, editada por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el Centro de Análisis del Trabajo (CAT) y la OIT, coordinados conjuntamente con el doctor Enrique de la Garza Toledo, Profesor Distinguido de la UAM, ponderó los convenios de colaboración con esta casa de estudios, que además de la referida publicación impulsan diversas actividades.

“El objetivo es fortalecer un espacio colectivo de encuentro y discusión entre académicos, miembros de organizaciones de trabajadores, de empleados y funcionarios gubernamentales acerca de los retos más relevantes en el mundo del trabajo”, metas cumplidas con la Casa Abierta al Tiempo.

El doctor Thomas Wissing indicó que el número 10 de la revista Trabajo analiza las reformas a los sistemas de pensiones, de salud y de la seguridad social en general, particularmente en Argentina, Chile, Bolivia y Hungría.

El número 11 evalúa el fenómeno de las migraciones globales desde una perspectiva demográfica, económica y sociológica, partiendo de la tesis de que el  90 por ciento de estas migraciones en el mundo se explican por motivos laborales; presenta escenarios concretos de América Latina y el sur de Europa.

La revista Trabajo No.12 revisa algunos estudios de caso respecto a la forma como las empresas corporativas asumen su responsabilidad laboral y social en las relaciones laborales, y hasta dónde aceptan una responsabilidad con sus trabajadores y las cadenas de valor.

La doctora Berenice P. Ramírez, del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), consideró que el número 10  de la referida revista debió tener como título Reformando lo mal reformado: Lecciones para no repetir errores, con la finalidad de evitar la asociación con las reformas de segunda generación impulsadas por el Consenso de Washington, en el que las reformas en pensiones se situaron en primer orden.

La investigadora resaltó que los temas abordados en los diferentes capítulos mantienen una perspectiva multidisciplinaria y multiinstitucional al exponer la disputa conceptual y teórica de si se califican estas políticas y programas como de protección social o seguridad social.

En el centro de la discusión destaca la pregunta: “¿queremos sólo disminuir la pobreza o queremos una mejor distribución y redistribución del ingreso? Los estados de bienestar clásicos buscaban esto último, los actuales se identifican mejor como estados asistencialistas”, abundó.

El doctor Ulises Revilla López, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, concluyó respecto de los cuatro artículos contenidos en el número 11 que es necesario mejorar las condiciones de trabajo de los migrantes en los países de recepción.

Los organismos internacionales y los gobiernos deben poner atención en que se respeten los derechos laborales y humanos de trabajadores extranjeros, brindando condiciones de equidad en un clima de trabajo digno.

La participación e incremento de las mujeres migrantes en determinados nichos de trabajo ha influido en la creciente migración de familias o bien su reunificación en los países de destino, mientras que la existencia de una “etnificación” del trabajo,  crea condiciones de vulnerabilidad y alta competencia por participar en determinados nichos laborales.

Además de que la migración actual es especialmente laboral; los trabajadores migrantes son necesarios para los países de destino con el fin de que las dinámicas económicas, demográficas y de reproducción social se sigan manteniendo estables.

El doctor Leonard Mertens, miembro de la OIT, dijo que en el número 12 de la revista se presentan estudios que reflejan un contexto de la precarización del trabajo en las grandes corporaciones, pero habría de cuestionarse si ésta es para todos o solo para algunos, ¿cómo es y hasta dónde la fuerza de trabajo puede tener capacidad para generar alternativas?

(UAM)

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