Simulacro de sismo

Simulacro de sismo


Los desastres no son naturales, los riesgos sí lo son; los desastres son sociales, porque si no hay gente (en las zonas de riesgo) no hay desastres. Tenemos que trabajar unidos para detenerlos, dijo hoy Alik Ismail-Zadeh, secretario general de la Unión internacional de Geodesia y Geofísica, en el simposio “Análisis de riesgos y desastres naturales”, en El Colegio Nacional (ECN).

 

El profesor del Instituto Tecnológico de Kazue en Alemania y del Instituto de Predicción de Temblores, señaló que los científicos no pueden hacer que paren los sismos, pero sí limitar “nuestra vulnerabilidad y tener un desarrollo transdisciplinario, ligado a la investigación sobre riesgos y desastres. Unidos podemos crear las capacidades, hacer más ciencia y enfocarla a la educación: las generaciones de jóvenes deben de ser educadas de manera  transdisciplinaria y no solo en ciencias puras”.

 

Ismail-Zadeh participó junto con Xyoli Pérez Campos, jefa de Servicio Sismológico Nacional (SSN) en el simposio, el cual fue coordinado por Jaime Urrutia Fucugauchi, miembro de ECN y presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), y por la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), que preside José Ignacio Peralta Sánchez, gobernador de Colima.

 

“Una de las tareas que tiene la Comisión de la Conago es apoyar y coordinar los esfuerzos de investigación en áreas prioritarias incluyendo el tema desastres”, destacó Urrutia durante la presentación y bienvenida.

 

Indicó que la plática en ECN es previa a la Plataforma Global 2017, de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, que se realiza a partir de hoy en Cancún, Quintana Roo, y concluirá el próximo 26 de mayo.

 

“En esta ocasión “Alik aceptó dar una conferencia en dicha reunión mundial a la que asisten más de cinco mil personas y que por primera vez se celebra fuera de Ginebra (Suiza)”, señaló Urrutia.

 

Uno de los objetivos en esta edición de la reunión en Cancún es dar continuidad a la aplicación del Marco de Sendai, que establece metas específicas para la reducción de pérdidas de vidas humanas, económicas y ambientales ocasionadas por fenómenos naturales que derivan en desastres.

 

En la conferencia en ECN, Ismail-Zadeh habló de la utilidad de los simuladores de terremotos para la evaluación de riesgos, ya que pueden ayudar a interpretar el comportamiento del ciclo sísmico y predecir un evento extremo futuro. “Los catálogos de modelado sísmico permiten analizar correlaciones espacio-temporales de terremotos, terremotos en grupo, ocurrencia de grandes eventos sísmicos, tazas de deslizamiento de fallas, el mecanismo de los terremotos y la liberación del momento sísmico”.

 

Destacó que en el “Ciclo Sismo-ilógico”, en donde se destina poco o nulo esfuerzo en la cultura de la prevención y mitigación ante un terremoto, mientras que una vez ocurrido el desastre se asignan muchos recursos y esfuerzos para recuperar y reconstruir en el mismo sitio donde se sabe que tarde o temprano volverá a ocurrir un evento de este tipo.

 

“Si alrededor del 5 al 10% de los fondos necesarios para la recuperación y la rehabilitación después de un desastre se gastaran para mitigar un terremoto anticipado, podría de hecho salvar vidas, construcciones y otros recursos”, comentó el científico ruso-alemán.

 

Su sueño —dijo—  es que la población mundial viva en un planeta sin desastres y aun cuando la investigación es cada vez más fuerte, se necesita conocer cómo administrar e integrar mejor los estudios geológicos, geofísicos y geodésicos para entender los riesgos naturales, integrar las capacidades y los modelos, y aumentar la predictibilidad.

 

También, añadió, promover la comunicación a nivel local, regional, global y también desarrollar enlaces promover la comunicación en todos los niveles regional, local, global, también desarrollar ligas con los hacedores de políticas para evitar desastres y tener una mejor evaluación de riesgos, entre otros.

 

Al finalizar la conferencia, una persona preguntó al geofísico si existe la posibilidad de que se presente pronto un sismo fuerte en México a lo que el especialista respondió que los científicos no saben exactamente cuándo puede ocurrir un fuerte sismo, “podemos ofrecer mucha información, pero no es suficiente para establecer fecha, la magnitud y lugar. Sí puedo decir que hay áreas que tienen un rango específico de magnitudes que muestran la probabilidad de que ocurran los sismos, solo eso”.

 

Xyoli Pérez Campos añadió que en México se tienen documentados 100 mil sismos registrados por el Servicio Sismológico Nacional en los últimos 110 años, de estos 300 son magnitud 5, mientras que 81 fueron magnitud 7, y 3 fueron magnitud 8; de estos, dos ocurrieron en Colima. “También sabemos a partir de los registros que el más grande es de 8.2 sin embargo, históricamente y por la paleosismología y otros datos se sabe que se han dado sismos magnitud 8.4 y 8.6 en la costa de Oaxaca y Guerrero, y se prevé que vuelva a suceder.

 

En este sentido, la ingeniera geofísica describió que la tarea del SSN es reportar la sismicidad que ocurre en todo el país, de todas las magnitudes, pero sobre todo informar en el momento que ocurre un sismo arriba de magnitud 4. Este proceso se logra a través de una red de estaciones propia y con las de otras instituciones que están distribuidas en todo el territorio. Luego se calcula la localización y la magnitud, y se emite una estimación por medio de las redes sociales y se informa a las autoridades para que decidan el protocolo de atención que se debe atender.

 

“Otra de las tareas del Servicio es adquirir los datos para utilizarlos en los modelos para la investigación científica”, añadió Urrutia por su parte.

 

Uno de los asuntos que más interesan a Ismail-Zadeh por la relevancia del tema es que la comunicación del conocimiento científico sea claro y eficiente, que la investigación sismológica llegue a los responsables de la gestión de desastres, a la sociedad y a los hacedores de políticas pues se trata de que haya un entendimiento mutuo que lleve a la prevención.

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