Trabajando en la oficina

Trabajando en la oficina


En una oficina cualquiera, hay personas realizando su trabajo con normalidad, mientras otras están en casa enfermas. Luego, hay una tercera categoría, la denominada ‘presentista’, que va a trabajar siempre aunque no se encuentre bien.

Un estudio, publicado en Journal of Occupational Health Psychology, intenta ahora desentrañar las razones y presiones que llevan a la gente a hacer esto, ya que existen consecuencias  evidentes tanto para la salud pública (especialmente durante periodos como la temporada de gripe) como para las empresas, que quieren obtener el máximo rendimiento de sus trabajadores.

El estudio indica que hay dos tipos diferentes de empleados que van a trabajar pese a encontrarse mal: por un lado, los que se sienten vulnerables porque su situación económica y profesional les provoca estrés, o porque sufren una enfermedad crónica; y, por otro, aquellos a los que les gusta mucho su trabajo y les resulta difícil mantenerse alejados de él.

“Trabajar mientras se está mal puede agravar los efectos de la enfermedad inicial y dar como resultado malas actitudes en el trabajo. Pero las posibles consecuencias de ausentarse propician que los empleados vayan a trabajar enfermos o que regresen antes de estar totalmente recuperados”, señala Mariella Miraglia, autora principal de la investigación.

Presentismo laboral

Con el objetivo de entender mejor el presentismo laboral, los investigadores Mariella Miraglia de la Universidad de East Anglia (Reino Unido) y Gary Johns de la Universidad de Concordia (Canadá) han llevado a cabo un metaanálisis de 61 estudios anteriores con un total de 175.960 participantes.

El comportamiento puede surgir de un gran sentido de compromiso con la empresa, algo que motiva a dar ese esfuerzo extra que atenta contra la salud

Entre otras cosas, el dúo de investigadores descubrió que las variables correlacionadas con el presentismo “incluyen la mala salud en general y la severidad de la empresa respecto a las ausencias, aunque estén justificadas. También una exigencia alta, el estrés, la falta de recursos laborales y experiencias negativas, como la discriminación percibida».

Uno de los hallazgos clave de la investigación es que este comportamiento surge muchas veces de un gran sentido de compromiso con la empresa, algo que motiva a dar ese esfuerzo extra que atenta contra la salud.

El trabajo también señala que los empleados que están en un ambiente laboral de apoyo y con buena relación con sus supervisores, no se siente presionados para ir al trabajo durante una enfermedad. Además, están más satisfechos laboralmente y tienen mejor salud.

Referencia bibliográfica:

Mariella Miraglia y Gary Johns ‘Going to work ill: a meta-analysis of the correlates of presenteeism and a dual-path model’. Journal of Occupational Health Psychology (noviembre, 2015).

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