El próximo lunes 19 de enero a las 10:00 GMT sonará el despertador más importante del Sistema Solar para sacar a la sonda Rosetta de la ESA de su larga hibernación.

Rosetta se dirige hacia el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Desde el año 2004 la sonda se ha acercado tres veces a la Tierra y una a Marte para ganar velocidad e impulsarse hacia su objetivo. De camino estudió los asteroides Steins y Lutetia.

A mediados de 2011 la sonda entró en modo de hibernación para ahorrar energía mientras se adentraba en el espacio profundo hasta la órbita de Júpiter. Antes de dormir se orientó de forma que sus paneles solares apuntasen siempre hacia el Sol y empezó a girar sobre sí misma una vez por minuto para mantener la estabilidad. 

Los únicos sistemas que quedaron encendidos fueron el ordenador de a bordo y varios calentadores.

 
Persiguiendo a un cometa
 

Treinta y un meses más tarde, la órbita de Rosetta la ha traído de vuelta a ‘tan sólo’ 673 millones de kilómetros del Sol, una distancia a la que ya vuelve a recibir suficiente energía solar para alimentar a todos sus sistemas. Ha llegado la hora de despertarse. 

El ordenador de Rosetta está programado para realizar una secuencia automática de eventos el día 20 de enero para restablecer el contacto con la Tierra. Su despertador sonará a las 10:00 GMT. 

Nada más despertarse empezará a calentar los sensores de estrellas del satélite, un proceso que tarda unas seis horas. 

A continuación encenderá brevemente sus motores para detener el movimiento de rotación y ajustará su orientación para garantizar que sus paneles solares siguen apuntando hacia el Sol. 

En cuanto los sensores de estrellas estén listos, el satélite calculará con precisión su orientación y apuntará su antena de alta ganancia hacia la Tierra, encenderá su transmisor y enviará la señal que confirmará que se ha despertado.

En ese momento Rosetta se encontrará a unos 807 millones de kilómetros de la Tierra, lo que significa que la señal tardará unos 45 minutos en llegar hasta las estaciones de seguimiento. La primera oportunidad de recibir su señal será entre las 17:30 GMT y las 18:30 GMT. 

Una serie de antenas de espacio profundo estará preparada para recibir la señal, relevándose a medida que gira la Tierra. La primera de la lista será la antena de 70 metros de diámetro de la NASA en Goldstone, California, seguida por la de Canberra al este de Australia y la antena de 35 metros de diámetro de la ESA en Nueva Norcia, al oeste de Australia. 

Independientemente de qué antena sea la primera en recibir la señal, los datos se reenviarán de forma inmediata al ESOC, el Centro de Operaciones de la ESA en Darmstadt, Alemania. 

 En cuanto los controladores de la misión hayan verificado el estado de la sonda, se empezarán a encender y a comprobar cada uno de sus instrumentos científicos, una tarea que se prolongará varios meses mientras Rosetta recorre los últimos 9 millones de kilómetros que la separan de su objetivo. 

El próximo mes de mayo se realizará una importante maniobra para ajustar la trayectoria de la sonda, que llegará a su destino en agosto. Si todo sale bien se convertirá en la primera misión de la historia en encontrarse con un cometa, la primera en intentar aterrizar sobre su superficie, y la primera en escoltarlo en su viaje alrededor del Sol. 

Los cometas son los bloques constitutivos del Sistema Solar primitivo, y se piensa que ayudaron a ‘sembrar’ la Tierra de agua, e incluso quizás de los ingredientes necesarios para la vida. Sin embargo, muchas cuestiones fundamentales sobre estos enigmáticos objetos siguen sin respuestas. La sonda Rosetta de la ESA, a través de su exhaustivo estudio in situ del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, pretende desvelar todos sus secretos. 

El día 20 de enero se celebrará una rueda de prensa en el ESOC para celebrar el despertar de Rosetta. El programa del evento está disponible aquí. Se podrá seguir en directo a través de www.esa.int/rosetta y www.livestream.com/eurospaceagency

 

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