Y si no estas en Pachuca, mira parte de las obras aquí

Una selección de la obra realizada por el artista Benjamín Alcántara en las últimas dos décadas, creaciones a caballo entre la realidad y la ficción, se presenta en la Sala “Nacho López” de la Fototeca Nacional, en Pachuca, Hidalgo, espacio del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) destinado a mostrar las propuestas visuales de jóvenes creadores.

Con el título Esos otros, la exposición se compone de alrededor de 20 fotografías de las series Artificio y Entre bárbaros, cortometrajes y piezas de videoarte que confrontan al espectador con cuerpos y conductas que acostumbramos ignorar a diario, lo mismo una absorta pasajera del Metro que deshilvana un Hilo Rojo, que el tiempo estéril de los guardias de museos de arte contemporáneo.

Benjamín Alcántara se reconoce como parte de una generación de fotógrafos, entre ellos Maya Goded, Dante Busquets, Ana Casas y Gerardo Montiel Klint, que surgió en el entreacto del auge de la fotografía documental en los años 80 y el “boom” de la manipulación de la imagen por medios digitales en este nuevo milenio.

Tal generación creció en torno a la reflexión sobre la imagen. En ese momento, inicios de los 90, se abrieron espacios como el Centro de la Imagen que dieron cabida a expertos de talla internacional, caso de Joan Fontcuberta, quienes influyeron en los jóvenes que participaban de estos círculos de discusión.

Alcántara comenta que proceder de una familia dedicada al teatro marcó su quehacer fotográfico, en el sentido de buscar dirección en su mensaje visual. “Mi intervención en la imagen no es en la técnica, el retoque de la misma o en elaborar una construcción totalmente ficticia, sino en la escenificación”.

Previo a la apertura de la muestra en la Sala “Nacho López”, donde permanecerá hasta el 16 junio, el autor charló con el público sobre su concepción de la fotografía, esa ambigüedad que ha caracterizado a su obra. Ni documental ni construida.

Explicó que la marcada diferenciación entre lo documental y lo conceptual por parte del gremio fotográfico,  ha dado lugar a debates como aquel que hace ocho años marcó a la 6ª Bienal de Fotoperiodismo tras la premiación del ensayo Mexicaltzingo: territorio rebelde, de Giorgio Viera, y que algunos puristas tildaron de plagio a la obra precedente del chino Chien Chi-Chang.

“A partir de ahí se generaron textos importantes y se discutió la validez de la fotografía no sólo como documento fiel bajo el postulado de la objetividad, sino de su carácter polisémico que responde a cuestionamientos ¿quién la produce?, ¿para qué?, ¿dónde y cómo se exhibe? Todas estas variables determinan el significado de la imagen”.

Benjamín Alcántara evita caer en la evidencia de la ficción y en el discurso autorreferencial, de ahí el título de la presente exposición Esos otros, aquellos a través de los cuales ha intentado dar respuesta a sus preocupaciones y que son los protagonistas de series como Artificio y Entre bárbaros.

Sobre ésta última, elaborada en 2009 a iniciativa del colectivo Citámbulos, dijo que se apostó en distintos espacios del Centro Histórico de la Ciudad de México para poner cara a cara a paisanos y turistas, en una “vuelta de tuerca” sobre la percepción colectiva que tenemos de los extranjeros y viceversa.

Pero es a través del video, que ha planteado una crítica más directa a ciertas conductas de la sociedad contemporánea, entre ellas, el uso de las mascotas como fetiche de las clases media y alta, este “desplazamiento afectivo” —como él lo llama— fue el móvil del video Domenika, que también forma parte de la exhibición en la Fototeca Nacional.

El video —explica el recién premiado en el Festival Internacional de la Imagen— parte de la taxidermia, “una práctica que tiempo atrás sólo se utilizaba para disecar a los animales salvajes para su exhibición en museos o en residencias, y que ha sobrevivido por el encargo de los dueños de perros y gatos que desean mantener la presencia de sus compañeros en la sala de sus casas”.

Los museos de arte contemporáneo poco visitados, es otra de las paradojas que el artista ha puesto en evidencia, para ello siguió las miradas y los pasos apagados de sus vigilantes, quienes se enfrentan segundo a segundo con el vacío y el silencio que reinan en estos lugares.

Para esta pieza Benjamín Alcántara se valió del sonido cuadrafónico, y son los caminos de la acústica los que hoy en día explora para crear obras de videoarte donde la imagen ya no será el hilo conductor.

Esos otros permanecerá hasta el próximo domingo 16 de junio en la Sala “Nacho López” de la Fototeca Nacional: Ex convento de San Francisco, Casasola s/n, colonia Centro, Pachuca, Hidalgo. Horario: martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. Esta exhibición llegará después a la Antigua Academia de San Carlos, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

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