La Conquista de México ha sido tema recurrente en los libretos operísticos y varios dramas escénicos con este tópico se llevan cotidianamente a los teatros, aunque la gran mayoría son escasamente conocidos en nuestro país, expresó Alfonso Colorado, licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas por la Universidad Veracruzana (UV) y becario en dos ocasiones del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).

En conferencia dictada en el Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación de la UV, el especialista –quien además trabaja actualmente sobre un libreto operístico para la Universidad de Harvard– puso énfasis en la larga tradición musical sobre el tema.

Precisó que existen por lo menos cuatro decenas de óperas que tratan la temática, desde la primera de que se tiene conocimiento, The Indian Queen(1695) del inglés Henry Purcell, hasta la más reciente, La Conquista, escrita en 2009 por el italiano Lorenzo Ferrero.

Entre estas dos fechas existe una buena cantidad de partituras escritas por autores portugueses, alemanes, italianos y franceses, especialmente durante el siglo XVIII. En el siglo XIX la producción decayó notoriamente, aunque se dio una partitura elemental debida a Luigi Spontini, sin embargo en el siglo siguiente se despertó de nuevo el interés y una de las más representativas creaciones al respecto es del norteamericano Roger Sessions, escrita en 1964.

Aunque los detalles de la historia de México son de conocimiento básico para todo estudiante, sin importar su clase social, este asunto en la ópera es más complicado y la principal diferencia la encontramos en las bases de la información. Los libretos de estas creaciones durante el siglo XVIII toman como fuente los registros de autores ibéricos, desde las crónicas de Hernán Cortés y Bernal Díaz del Castillo, hasta la reseña de Antonio de Solís de 1684, que fue traducida a otros idiomas.

En lo que toca al siglo XX, hubo mayor preocupación por conocer otras versiones de la Conquista, se apoyan en libros como Visión de los vencidosde Miguel León Portilla y en crónicas que no sólo son nahuas. Esta pluralidad marca la diferencia elemental en este tipo de creaciones.

“Durante mucho tiempo la ópera fue el equivalente al cine de la actualidad, de la misma forma que también lo fue de la novela. Hoy es un arte que se considera privativo de determinadas élites”, añadió Colorado. “No son pocos los casos de gente que cuenta con los suficientes recursos para pagar su acceso al espectáculo pero no lo tiene a la mano en su ciudad, como es el caso de Saltillo, por ejemplo, a diferencia de Xalapa, donde es frecuente que cualquier estudiante de escasos recursos pueda presenciar un evento de esta naturaleza”.

Otro asunto es que, curiosamente, la Conquista que tiene como protagonistas a hispánicos y aztecas, casi no existen compositores mexicanos y españoles que hayan escrito óperas sobre el tema. Un detalles más es que la totalidad de estos dramas escénicos muestran básicamente dos personajes, Cortés y Moctezuma, y se ignora la presencia histórica de personajes como Cuitláhuac o Cuauhtémoc.

Tras ofrecer detalles históricos, el conferencista analizó tres óperas fundamentales: The Indian Queen de Purcell, así como las de Antonio Vivaldi y Carl Heinrich Graun que comparten el mismo título: Montezuma. Éstas también tienen en común la particularidad de una historia por demás idealizada y, en muchos momentos, totalmente ajena al desarrollo real de aquellos acontecimientos.

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