Investigadora e investigador en laboratorio

Investigadora e investigador en laboratorio


Los estereotipos de género, presentes en muchos ámbitos de la sociedad, consiguen hacer brecha en la igualdad de oportunidades y en la falta de desarrollo social. La educación y las ciencias no se escapan a esto y como ejemplo basta observar las cifras de la propia Academia Mexicana de Ciencias (AMC), la cual solo tiene 24 por ciento de participación femenina, ya que de los dos mil 570 integrantes, solo 615 son mujeres.

Estos datos fueron dados a conocer en la conferencia Ciencia y educación: hacia una enseñanza sin estereotipos de género, de la doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, bióloga, catedrática, investigadora y académica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el marco del Foro Consultivo Internacional «Diseño de una Metodología para la Enseñanza de las Ciencias con Perspectiva de Género en Preescolar».

«Lágrimas en el laboratorio»

La investigadora destacó que los estereotipos sustentados en ideas preconcebidas aún se manejan en altas esferas de la academia, como ejemplo mencionó las declaraciones del Premio Nobel de Fisiología 2001, Tim Hunt, quien aseguró que la presencia de las mujeres en los laboratorios implicaba un enamoramiento y una reacción de lágrimas por parte de ellas si es que se sentían criticadas.

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Dra. Rosaura Ruiz Gutiérrez.

El estereotipo de la debilidad y la falta de validación como científicas se hizo presente en este desatinado pronunciamiento, aseguró la doctora Rosaura Ruiz, al destacar que la participación de la mujer en el ámbito científico no puede trivializarse sino que al contrario, tiene que ir acompañada de la destrucción de modelos tradicionales que también afectan la ciencia en sí misma.

“Tenemos estereotipos y hay que cambiarlos no solo en la escuela sino también en la casa. Podemos verlo en los propios juegos que se comercializan para niños y niñas. La problemática se agrava sí, con las niñas y más si son indígenas, pero en general también hay que combatir los estereotipos que sufre la ciencia en general, es decir, impulsarla y favorecer que los profesores y profesoras se eduquen mejor y no solo en ciencias, también en disciplinas como literatura o arte”.

La doctora Rosaura Ruiz se pronunció por un trabajo conjunto entre el núcleo familiar, la escuela, sociedad y, por supuesto, las políticas de gobierno para que se impulse el acercamiento de las niñas y las mujeres a las ciencias.

“En México, el primer acercamiento con la ciencia que muchos niños tienen es en la escuela, no en su casa. En este sentido, es de reconocer el arcaico esquema de la mujer en nuestra sociedad, reforzado por la educación, pues esto representa la domesticación de los papeles genéricos, los cuales han sido trascendentales en el desarrollo de las mujeres, particularmente, en cuanto a su papel en el ámbito científico. El sesgo que los docentes transmiten sobre las ciencias básicas como áreas propias del sexo masculino es parte también de los estereotipos que hay que erradicar”, mencionó.

Fortalecer la educación y las políticas públicas

La académica, quien también ha desempeñado cargos dentro de la política pública, reconoció que el problema de la discriminación sustentada en los estereotipos y la falta de participación femenina en ciertas áreas de las ciencias también se relaciona con estrategias inadecuadas.

estero-rec1-3717.jpg“Nos hace falta una política de mayor desarrollo científico en general, empezando por tomar a las mujeres en cuenta para los puestos importantes, de lo contrario se tratará de una simulación. Este foro, dijo, también ha puesto en evidencia la cantidad de talento que se pierde en México por los niños y niñas que no son impulsados o por los profesionistas que luego de prepararse no encuentran plazas”.

Insistió en la necesidad de involucrar a los gobernantes en la importancia del desarrollo científico y tecnológico, pues aseguró que aunque el tema suele estar presente en los discursos, en la práctica ya no aterriza y muchas de las políticas de desarrollo científico se sustentan en acuerdos internacionales ya establecidos que poco abonan a la innovación.

“No hemos convencido a los gobernantes de la importancia de la ciencia y de la participación femenina. Creo que una de las razones tiene que ver con la formación de nuestros diputados, senadores, de quienes toman las decisiones, no han entendido la importancia de la ciencia. Por otra parte, están las políticas que dejan fueran a muchos mexicanos; políticas internacionales que capitalizan la ciencia y la generación de tecnología. Recordemos cómo al inicio del Tratado de Libre Comercio se criticó mucho el papel que tendría México en el ensamble de partes, su participación solo como maquilador, y esa política permaneció, ahora hay una oportunidad para cambiar eso y pensar en crear e innovar, por eso hay que fomentar la participación de los niños y niñas en la ciencia, evitar los estereotipos e introducir las perspectivas de género”, concluyó.

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