Consuelo Bello Cano, La Fornarina, 12 de mayo de 1907

Consuelo Bello Cano, La Fornarina, 12 de mayo de 1907


Sandra Isabel Jiménez Mateos *

Consuelo Vello Cano, más conocida por su seudónimo de ‘»La Fornarina'», nació en Madrid el 28 de Mayo de 1884, hija del guardia civil, Laureano Vello Alvarez, y de Benita Cano Rodríguez, lavandera.

La situación familiar era muy modesta y Consuelo Vello comenzó a trabajar como lavandera siendo aun una niña. Algunas referencias biográficas mencionan que durante su adolescencia probablemente se dedicó a la prostitución, además de trabajar como costurera y modelo, entre otras actividades.

Debutó como vicetiple en el Teatro de la Zarzuela de Madrid hacia 1902 con un enorme e inmediato éxito, lo que cambió totalmente su vida. Ese mismo año fue contratada para aparecer en la revista “El Pachá Bum-Bum y su harén con un papel mudo”, en el que simplemente debía despojarse en escena de una larga capa, quedando desnuda. Su sueldo era de 5 pesetas diarias, cantidad bastante alta teniendo en cuenta el papel que desempeñaba.

Según otra versión Consuelo Vello era una modistilla que trabajaba en una tienda de modas, ‘Frou-Frou’, donde fue descubierta por dos periodistas, Betegón y Saint-Aubin, quienes la recomendaron al empresario del teatro Japonés, debutando directamente en El Pachá Bum-Bum y su harén.

El seudónimo de Fornarina le fue dado precisamente por Betegón o Saint-Aubin, en recuerdo de la musa de Rafael para el retrato de este pintor con ese nombre. Fornarina personalmente prefería el seudónimo de Carmen de Granada o haber mantenido el de Rosa de té con el que había debutado.

En 1902 debuta en el Salón Actualidades cantando y bailando. Su sueldo era ya de 15 pesetas diarias, mientras la otra estrella del programa, Candelaria Medina, cobraba sólo 7 pesetas. A partir de 1904 es considerada una de las ‘reinas’ del cuplé. Sus primeras giras por España, a menudo estuvieron rodeadas de grandes campañas contra la inmoralidad. No tenía una gran voz, pero la suplia con una buena modulación y tonos graves de gran armonía.

Uno de sus grandes éxitos fue el cantar la canción “Clavelitos”, escrita por José Juan Cadenas, periodista y autor teatral, con quien estuvo ligada sentimentalmente.

En 1907 comenzó sus giras internacionales por Europa. En 1910 se presenta en el Teatro de la Comedia de Madrid, uno de los teatros más serios y prestigiosos, siendo ésta una de las primeras ocasiones en que se abre un teatro ‘de verso’ para recibir a una cupletista, pero en este momento, Fornarina es ya considerada una de las glorias españolas. Continuan también las giras ‘por provincias’, pero su llegada ya no es motivo de escándalo, sino un acontecimiento en el que participa un público amplio, mujeres incluidas.

Falleció el 17 de Julio de 1915, también en Madrid. Su sepultura fue esculpida por Mariano Benlliure, uno de los escultores españoles más importantes y cotizados de la época. A la cabeza está la escultura de un ángel que pedía silencio, una actitud que era típica de La Fornarina.

Ese ángel hoy está mutilado de la cabeza y un brazo, lo que supuestamente ocurrió en la guerra civil española, en 1936.

  • Investigadora académica del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES), Universidad Veracruzana

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